"Standard & Poors advierte en un nuevo informe que "el crecimiento
raquítico de la demanda perdurará en la europeriferia durante muchos
años (...). El desapalancamiento en España apenas ha comenzado".(...)
España, según Schmieding, ha sido disciplinada más férreamente que
los länder de la ex-RDA en su día. “Alemania ha podido ser más dura con
España que con sus propias regiones empobrecidas”, dijo. Y este tough
love (amor duro), venía a decir, aunque los españoles quizás no se hayan
dado cuenta, es muy positivo.
En una conferencia celebrada en
Frankfurt, Helsinki o incluso en el barrio de Salamanca de Madrid,
semejante análisis habría provocado aplausos encendidos. Pero en el Hong
Kong Theatre de la LSE, el público y el resto del panel no parecía del
todo convencido.
De Grauwe, Magnus y Mayer coincidieron en que,
lejos de resolver el problema de la solvencia de la euro periferia, la
disciplina de la austeridad lo ha agravado. “La ratio deuda sobre PIB de
países como España o Italia y el resto de la periferia va por un camino
explosivo”, advirtió el belga De Grauwe. (...)
Para bajar a la mitad estas ratios deuda sobre PIB habrá que
registrar un superávit primario (descontando costes de intereses) en sus
cuentas públicas del 2% durante 25 años, según De Grauwe.
Y ahí está el
fallo del optimismo ortodoxo de Holger Schmieding. Porque, a no ser que
se registren elevados tasas de crecimiento del PIB, alcanzar y mantener
un superávit primario supone mantener las políticas de austeridad ad
infinitum. De Grauwe concluye lapidariamente: “Habrá que reestructurar
la deuda o el euro se fragmenta; y no veo muchas posibilidades de
reestructurar la deuda” (véase entrevista).
Coincide George
Magnus, ex economista jefe del banco UBS, que ha aconsejado leer a Marx
para entender la actual crisis: “Es imposible que todos los países de al
zona euro registren a la vez un superávit por cuenta corriente, a no
ser que haya un crecimiento sin precedentes en la economía global”, dice
Magnus.(...)
Por tanto, este superávit tan virtuoso de la Europa alemana “sólo
será posible si Europa deprime su demanda interna y esto provocará una
subida de la deuda”. Así, “aunque parezca imposible políticamente, en
algún momento habrá que reestructurarla deuda periférica”.
Pese a
la coyuntura optimista, los mercados en algún momento mirarán a la cara
a esa cruda realidad y la única manera de evitar una cadena de defaults
será una fuerte expansión de la demanda en Alemania, la monetización de
la deuda mediante compras masivas de bonos bajo el programa OMT, y la
creación de la unión bancaria.
Thomas Mayer plantea otra
posibilidad. En algún momento, quizás después de la victoria de la
izquierda de Alex Tsipras de Syriza en Grecia, el BCE se verá forzado a
monetizar la deuda para salvar la zona euro. Esto provocará una fuerte
reacción política antieuropeísta en Alemania, que optará por “crear su
propio euro, dividiendo la zona entre un euro latino y un revalorizado
euro germano”, dice." (Andy Robinson, La Vanguardia,07/10/2013)
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