"¿Cuál es el balance del Gobierno Rajoy? La legislatura lleva sólo dos años y habrá que esperar al final pero, hoy por hoy, la opinión pública le suspende.
Los datos del CIS son inapelables. El 69% cree que la gestión del
Gobierno es mala o muy mala, el 87% tiene poca o ninguna confianza en el
presidente y sólo un ministro, Arias Cañete, supera el 3 de valoración.
Y el Índice de Confianza Económica,
que elabora el CIS y que oscila en una escala de cero a cien, está en
un mísero 28,6, algo mejor que hace un año (21,7) pero peor que cuando
Zapatero tuvo que convocar elecciones anticipadas (30,1). Y no es sólo
la economía, el Índice de Confianza Política (26,9), está peor que el económico y ocho puntos por debajo del Zapatero terminal. (...)
Según este análisis, la recuperación económica (aunque sea
incipiente), el no haber cedido ante el desafío independentista (que
tiene más ventajas que inconvenientes), el papel subsidiario de la
financiación de los partidos a la hora de decidir el voto y la
dispersión incoherente de las oposiciones (donde la radicalidad amenaza
con arrebatar al PSOE el papel central) hará que en el momento electoral
la opinión pública sea menos severa y que el PP vuelva a ganar las
elecciones (aunque la mayoría absoluta es siempre difícil) y tenga por delante otros cuatro años de gobierno.
Añaden que Rubalcaba es un mal candidato pero un político rodado y, si
el PSOE le sustituye por alguien más improvisado y más gritón, el
remedio puede ser peor que la enfermedad.
¿Es creíble este
análisis ‘conservador frío’? Claro, nadie sabe el resultado electoral
antes de que se produzca y si la economía mejora sensiblemente todo
puede variar. Pero cuesta creer que la mejora pueda ser sustancial
porque los problemas son de fondo y se basan en errores tanto de los
Gobiernos de Aznar como de Zapatero (básicamente pensar sólo en el corto
plazo).
Además, aunque la economía mejore, es difícil que un Gobierno
en el que todos los ministros (salvo uno) tienen una nota inferior a
tres pueda revalidar la confianza electoral. La mala imagen de Wert
(nota de 1,46) o de Ana Mato (1,99) o incluso de Gallardón (2,53) tienen muy poca relación con la economía y mucho que ver con un exceso de sectarismo y un mal estilo al hacer política. ¿Tiene Rajoy las agallas para inflexionar y jubilar reaccionarios bien vistos por quien le designó sucesor?" ( Joan Tapia, El Confidencial, 26/11/2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario