"(...) Super Mario se encuentra una y otra vez ante un
mecanismo de transmisión de la política monetaria que está roto. Sus
estímulos se quedan en los mercados y no llegan a la economía.
Además, la entidad se encuentra ante el inconveniente de que
está forzada, por su mandato, a implementar sus medidas a través del
sistema financiero, ya que no puede comprar deuda soberana en el mercado primario y que el resto de sus operaciones se instrumentan a través de la banca.
En
definitiva, si el BCE quiere llegar hasta la economía real, se ve
obligado a adoptar dos decisiones: inundar a las entidades y
penalizarlas si guardan su liquidez. Las medidas históricas adoptadas
entre las reuniones de junio y la de ayer
van en esta dirección.
En primer lugar, más dinero a la banca a través
de: préstamos condicionados a la concesión de créditos (TLTRO), compra
de titulizaciones que tengan como subyacentes préstamos a la economía
(ABS) y adquisición de cédulas hipotecarias. (...)
No deja de ser sorprendente que la entidad haya celebrado
dos reuniones históricas en apenas tres meses y en una coyuntura
económica que no es la peor. Estas medidas se han adoptado cuando sólo
falta un mes para la publicación de los test de estrés a la banca.
Es posible que las inyecciones de liquidez puedan tener
otras motivaciones, como que desde el BCE estén viendo unos resultados
peores de lo esperado. Las entidades periféricas, como las españolas, ya
se han visto obligadas a recapitalizarse, situación a la que no se han
enfrentado las centroeuropeas, alemanas y francesas incluidas. Son
especulaciones, pero la actitud tan agresiva de Fráncfort no es habitual
y da pie a suposiciones." (El Economista, 05/09/2014)
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