"(...) Hola Gabriel, cuéntenos su caso, por favor.
– Soy doctor, máster y premio extraordinario y hasta ahora siempre había trabajado, jamás necesité subvención ni favor alguno. Pero me encuentro en paro desde hace dos años y el inútil y costoso INEM (hoy SEPE) y su duplicidad autonómica, controlados por los sindicatos, entramado que pagamos entre todos, jamás me ha ofrecido empleo. Cuando voy a renovar el paro cada 4 meses observo además como los funcionarios no se cortan: los pocos trabajos que salen se los ofrecen a sus familiares y amigos, lo he escuchado yo mismo.
Estoy inscrito como profesor de Universidad
con una experiencia profesional de 20 años en la empresa privada.
Siempre me ha gustado la innovación y el riesgo, pero en España no hay
trabajo ni como profesor para trasladar mi experiencia ni en mi sector
porque se ha derrumbado el mercado, ya apenas queda industria. Tengo un
currículum de los denominados “brillantes” en publicaciones científicas,
libros, etc… y experiencia en la empresa privada de alto nivel pero por
más que lo rebajo, no encuentro empleo.
Obtuve las acreditaciones
ministeriales pertinentes, pero no sirven para nada si no tienes eso que en España llaman “padrino”,
palabra que ha derivado lógicamente hacia el lenguaje mafioso tan
propio de nuestros dirigentes. Son ellos los que avisan de las
escasísimas plazas vacantes, que convocan además en agosto o navidad para que no se entere nadie, publicándolas en tablones de corcho medio escondidos.
Ahora van a cambiar la norma (ANECA) para dar entrada en la Universidad y por enchufe a los políticos de la casta
que van quedando en paro. Desolador. Para ello, su “experiencia” en la
vida pública como altos cargos políticos les computará como “mérito”.
Quieren crear un país de pícaros y ladrones para varias generaciones
más…
¿Qué significa eso de que usted “rebaja” su currículum?
– En España, para empezar a trabajar, hay que aparentar ser o “flexible” con la corrupción económica y moral de los empleadores o parecer medio tonto. A poco que se intuyen cualidades técnicas y digitales, habilidades profesionales o intelectuales o cierto pensamiento crítico e innovador, levantas sospechas. La clase dirigente que recluta en los empleos, públicos o privados, es de una insolvencia tal que todo asomo, no ya de brillantez sino de distinción o singularidad, escama.
Prefieren el amiguismo, el enchufe, la familia, el compadreo… No me extraña que un político como Pablo Iglesias, con un currículum académico que da vértigo, haya estado dando clases por 900 euros. Y que desde su indignación haya montado la que se ha montado. Miren la hoja curricular de Rajoy, Pujol, Felipe González, Aznar, Cayo Lara o incluso Pedro “el guapo”, como lo denominan ustedes. Dan risa. No digamos ya la de Juan Carlos de Borbón “el campechano” o su hijo Felipe “el preparao”.
O de los que se sientan en el Consejo de Ministros,
como han llegado a publicar ustedes: son una quiniela del despropósito:
14 de 14 ineptos y lógicamente por ello acusados de corrupción, solo
saben trincar. Con las listas del PSOE ocurre exactamente igual. Pablo Iglesias tuvo suerte porque encontró un grupo de profesores que lo apoyaron, lo normal es que ya estuviera en el paro o
trabajando fuera de España, para regocijo de eso que él llama la “casta”.
¿Donde ha trabajado antes?
– Lo llevo haciendo desde que tenía 17 años pero la mayoría de las empresas no cotizan sobre sus trabajadores y les obligan a sumergirse o ser autónomos, esa es la realidad carnavalesca que vivimos y que pocos desde el poder reconocen. Las víctimas lo admiten porque no les queda otra, si no los echan. (...)
En mi caso, de 17 años solo me cotizaron apenas 3. En los últimos 5 años fui profesor en la universidad pública y privada española. Es cierto que la crisis afecta en todo el mundo y que la Academia está sufriendo una pérdida de legitimidad global, pero en España,
exagerados en todo, lo llevamos al esperpento.
Sobre todo en
humanidades, la transmisión de conocimiento ya no está en las aulas sino
en internet y por ello en mi último año de trabajo en una universidad pública madrileña llevé a cabo un experimento digital: casi 400 alumnos crearon un total de 150 empresas en la red capaces de generar autoempleo.
Lo hicimos en seis meses, con ordenadores y programas caducados y con
presupuesto cero: el lujo asiático de los profesores-dirigentes
contrasta con la cartilla de racionamiento para los
profesores-empleados.
Del laboratorio, las 150 empresas debían pasar a
dos lujosas y costosas “incubadoras” de la propia universidad para intentar llevarlas al mercado real en menos de dos años. Entonces comprobé como sus rectores están allí para “hacerse la foto”.
Removí Roma con Santiago, pero fue imposible: las citadas
“incubadoras”, gestionadas por otros profesores, apenas tenían alumnos y
se alarmaron cuando vieron llegar una estampida de 400 “clientes”. Me
torearon como un vulgar becerro.
El Rectorado, por su
parte, estaba muy ocupado en sus corrupciones cotidianas: viajes,
enchufes, seminarios inútiles para intercambio de favores, etc…
¿Resultado de tal iniciativa?
Me despidieron.
Alegarían los recortes, claro…
– Sí, todo asomo de laboriosidad y eficiencia se castiga y penaliza, pero no fue eso, ni mucho menos. En mi lugar el decano contrató a la novia del secretario de la Universidad y a la amante de un vicerrector, ambas alumnas.
Fue algo así como repartirse los depauperados despojos. Y
allí siguen: en sus edificios faraónicos, campus con jardines de
ensueño, fundaciones paralelas para los familiares, los Rectorados como
cálidos albergues de los enchufados de los catedráticos y sus aduladores
aspirantes, los profesores titulares… Hijos, sobrinos, novias, esposas… Y las “mordidas”, claro.
La web Corruptio.com debería
ser de obligada consulta. Algún día tendréis que dar la lista de los
rectores, vicerrectores y decanos que aprobaron el “fusilamiento” laboral de más de 15.000 profesores
de las universidades públicas españolas. Y despojarlos de sus “honores”
académicos e investigarlos por corrupción, que es la madre del cordero.
En algunas universidades se movilizaron los profesores y salvaron los
empleos precarios de sus compañeros, despojados de todos sus derechos,
pero en la mayoría de ellas callaron y miraron para otro lado, cuando no
fueron cómplices, creyendo que salvaban así su trabajo.(...)" (Espía en el Congreso, 02/09/2014)
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