“Llevo más de dos meses sin desayunar leche y la última vez que comí
pescado —de eso hace ya mucho tiempo— fue porque un amigo me invitó a
pescar y cogimos cuatro o cinco doradas”, relata Francisco Javier
Carrión, de 39 años, que vive junto a su mujer y sus dos hijos en el
barrio tarraconense de San Salvador.
El testimonio de Francisco
ejemplifica los alarmantes datos que ayer
reveló el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat): en 2013 el
riesgo de pobreza afectaba ya en Cataluña al 19,8% de la población,
cifra cinco décimas superior a la de 2012. Estos porcentajes significan
que en 2013 alrededor de 40.000 personas se incorporaron a la población
que considerada en riesgo de exclusión social. (...)
Francisco y su familia sobreviven gracias a entidades como la Cruz Roja,
que presentó el jueves el séptimo estudio del Observatorio de
Vulnerabilidad en la demarcación de Tarragona y las Tierras del Ebro. El
estudio reflejó la consecuencia más directa de la pobreza: En estas
comarcas la salud física y emocional de 8 de cada 10 personas en
situación vulnerable se ha visto afectada por la crisis.
El panorama para usuarios de la Cruz Roja como Francisco es
desolador. “Me da miedo acostarme porque empiezo a pensar en cómo hacer
frente a todo hasta que por fin consigo dormirme, de madrugada. Se te
quitan las ganas de vivir”, explica Francisco, que trabajaba en el
sector metalúrgico. “Ganaba entre 1.000 y 1.500 euros al mes, vivíamos
bien, pero me quedé en paro hace cinco años”, relata.
En la actualidad,
los únicos ingresos de los que dispone su familia son los 200 euros que
aporta su mujer, de 30 años, que trabaja dos horas al día en un centro
de estética. Tienen dos hijos, de 8 y 5 años, a quienes la Generalitat
solo ha concedido la mitad de la beca comedor, explica Francisco.
Los
dos niños comen en el colegio gracias a que la Cruz Roja les abona el
dinero que falta. “Todo lo que conseguimos es para ellos, mi mujer y yo
nos alimentamos a base de pasta, o de verduras que plantan familiares”,
cuenta Francisco.
La familia se encuentra en proceso de desahucio porque lleva tres
años sin poder pagar la hipoteca. “No sé si nos cortarán la luz este
mes”, confiesa. Los padres de Francisco, que viven en Valencia, no
pueden ayudarles. “Van a desahuciarles en enero”, cuenta.
“El invierno
pasado encendimos la estufa lo justo y estuvimos arropados con mantas”,
añade. Francisco recuerda cómo una noche la desesperación por cuidar de
su hija, que tenía bronquitis, lo llevó a despertar a unos vecinos a las
cuatro de la madrugada para pedirles prestados 50 euros con los que
poder comprar medicinas.
“La niña cada invierno tiene episodios de
bronquitis”, confiesa Francisco apesadumbrado. “He llegado a pasar una
semana revolviéndome en la cama con fiebre sin poder comprar un
Ibuprofeno”, detalla Francisco. (...)
La situación general es tan grave que las entidades sociales se
encuentran desbordadas. “En Cáritas hay tanta demanda que no hay para
todos. Nos dijeron que podemos acudir allí solo durante seis meses al
año”, afirma Francisco. “Mi hija me dice: ‘Papá, nunca he ido de
vacaciones’.
Esta mañana antes de salir de casa le he explicado que
tenía que ir a hacer una entrevista (con prensa), ha pensado que era por
un empleo y me ha dicho: ‘¡Qué bien, tendrás trabajo y podremos ir a
comer al McDonalds!’ No poder comprar un regalo a los niños para Reyes,
por ejemplo, es lo que llevo peor”, explica Francisco, quien cree que su
situación no mejorará a corto plazo.
Desde hace unos meses, sale a correr a diario con un amigo, para
desconectar. “Él me intenta animar. Al principio casi no aguantábamos
pero ahora ya corremos 12 o 13 kilómetros”, concluye con una tímida
sonrisa. (...)
Hasta septiembre de este año en la demarcación de Tarragona 19.479
personas han recibido ayuda alimentaria de la Cruz Roja. Y esta
situación, como en el resto de Cataluña, se agrava día tras día, avisa
la Cruz Roja. Guiteras subrayó ayer que la lucha contra la pobreza “no
es un tema del Departamento de Bienestar Social, sino un tema de país”. (
Mercè Pérez Pons
, El País, Tarragona
1 NOV 2014)
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