"(...) Desde el Plan Real, Brasil tiene superávit primario todos los años. (...)
Entonces, superavit primario quiere decir que recaudamos en impuestos más de lo que gastamos y por lo tanto sobra una parte.
¿Y ese dinero sobrante es para pagar la deuda pública?
Así es. Esa parte del superávit sirve para pagar una pequeña parte de
los intereses, porque en Brasil estamos emitiendo más deuda para pagar
gran parte de los intereses, ¡es escandaloso! E inconstitucional. Porque
nuestra Constitución prohíbe lo que se llama “anatocismo”.
Cuando usted
se endeuda para pagar intereses, ¿Qué está haciendo? Está transformando
los intereses en una nueva deuda que va a incidir sobre los intereses.
Es decir, intereses sobre intereses. Eso crea una bola de nieve que
genera gastos a una escala exponencial, sin contrapartida, y el Estado
no puede hacer eso.
Cuando investigamos la contrapartida de la
deuda interna percibimos que es una deuda de intereses sobre intereses.
La deuda brasileña se convirtió así en un ciclo automático. Tiene vida
propia y se retroalimenta. Cuando eso sucede aquellos intereses se van a
transformar en capital. Y sobre ese capital se van a aplicar nuevos
intereses.
Y estos van a transformarse nuevamente en capital. Es por eso
que cuando se observa la curva gráfica de la deuda se ve que la
resultante es exponencial. Está creciendo hasta casi transformarse en
vertical. El problema es que en cualquier momento va a explotar.
¿Explotar por qué?
Porque el mercado –cuando hablo de mercado me estoy refiriendo a los dealers–
está aceptando nuevos títulos de la deuda como pago en lugar de recibir
dinero en efectivo. Ellos no quieren recibir dinero, quieren nuevos
títulos por dos motivos: por un lado el mercado sabe que los intereses
van a convertirse en nuevos títulos generando una deuda mayor.
Y en
segundo término porque una deuda mayor justifica un continuo proceso de
privatización. ¿Cómo se ha producido ese proceso? Mediante la entrega
del patrimonio cada vez más estratégico, cada vez más lucrativo. Vimos
hace poco la privatización de los aeropuertos.
No es poca cosa, los
aeropuertos de Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo estarán en manos
privadas. Lo que en el fondo el poder económico mundial quiere es el
patrimonio y su control. La estrategia del sistema de la deuda es el
siguiente, se genera una deuda y esa deuda somete al país. El país va a
entregar así patrimonio tras patrimonio. De este modo perdimos ya las
telefónicas, las empresas de energía eléctrica, las hidroeléctricas, las
siderúrgicas. Todo pasó a ser propiedad de ese gran poder económico
mundial.
¿Y cómo consiguen los dealers todo ese poder? Ahí entra
la financiación privada de la campaña. Solo con entrar en el TSE
(Tribunal Superior Electoral) se puede ver quién financió las campañas.
Una gran empresa o un banco. De modo que atacamos la deuda porque la
deuda es el centro, la espina dorsal del sistema.
¿Cómo funcionará la auditoría de la deuda en la práctica? ¿Cómo diferenciar la deuda legítima de la que no lo es?
La
auditoría tiene por objeto identificar cómo funciona el sistema de
generación de deuda sin contrapartida. Por ejemplo solo debería pagarse
la deuda que cumple el requisito de responder a la definición de deuda
¿Qué es una deuda? Si yo le digo “págueme los 100 pesos que me debe”,
usted me va a contestar “¿Cuándo me dio cien pesos?”.
Solo existe deuda
si hay una entrega. Eso pasó aquí, en Grecia. Mecanismos financieros,
nada que tuviera que ver con la deuda, todo fue enredado en las
estadísticas de la deuda. Sin identificación de origen, todo lo que
fuera garantía del Estado, como los CDS (Credit Default Swap, especie de
seguro de pago) toda la parafernalia del mundo financiarizado. Todo eso
puede convertirse de un momento a otro en deuda pública.
¿Qué es una
auditoria? Es desenmascarar el sistema. Es mostrar lo que realmente es
deuda y lo que es todo ese fárrago de mercado financiero que utiliza un
instrumento de endeudamiento público para desviar recursos y someter al
país al poder financiero, impidiendo su desarrollo socioeconómico
equilibrado.
Junto a los bancos están también las grandes corporaciones,
que no tienen escrúpulos. Tenemos que decir ¡basta! a esta situación. Y
el ¡basta! vendrá de la ciudadanía. No vendrá de la clase política
financiada por ese sector. Mucho menos de las élites, porque ellas se
benefician de ese mecanismo. (...)
El mercado financiero y parte de la prensa acostumbran a
calificar la auditoría de la deuda como un engaño, ¿por qué no es un
engaño?
La auditoria va a investigar pero no tiene
poder de decisión sobre lo que se hará. La auditoría solo va a mostrar
las evidencias. En Ecuador la auditoría investigó y mostró los fraudes,
los mecanismos que no eran deudas, renuncias a la prescripción de las
deudas, ¿qué es eso? Es un acto nulo.
Deudas que ya habían prescrito.
Una deuda prescrita es una deuda muerta. Lo mismo sucedió en Brasil en
la época del Plan Brady, que transformó deudas vencidas en títulos de la
deuda externa. Luego esos títulos se usaron para comprar las empresas
brasileñas que fueron privatizadas en la década del 90: Vale, Usiminas…
compradas en gran parte con títulos de la deuda. Se ve como se recicla.
Aquí, en Grecia, están presionando al país para que pague una deuda
ilegítima. ¿Y cuál fue la renegociación que hizo (Georgios) Papandreu
(exprimer ministro de Grecia)? Consiguió una prórroga a cambio de un
proceso de privatización de 50.000 mil millones de euros. Ese es el
sistema.
¿Dejar de pagar ese tipo de deuda es un engaño? A la gente se
le muestra simplemente una parte inexistente de la deuda. El día que la
gente comprenda mejor qué significa una auditoría y que la fragilidad
está del otro lado la gente logrará cambiar el mundo y el curso de la
historia mundial.(...)" (Renán Truffi , Carta Capital, en Rebelión, 17/06/2015)
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