14.9.16

La hucha de las pensiones está pagando el rescate de 61.000 millones de la banca, ya que el 97% de los activos totales de los fondos de pensiones están convertidos en bonos para poder financiarlo

"(...) Está en marcha un intento de desmantelar del sistema público de pensiones y hay un silencio casi absoluto. (...)

Primero el saqueo. El gobierno en funciones del Partido Popular ha sacado en julio otros 9.700 millones de euros del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para abonar la paga del verano y el IRPF. Se está procediendo al vaciamiento sistemático de la llamada “hucha de las pensiones”.

 El Fondo de Reserva se creó en 2000, llegó a tener 66.815 millones en 2011 y el gobierno Rajoy se lo ha ido puliendo durante su mandato hasta dejarlo en solo 24.207 millones. 

Han consumido 55.151 millones de euros en los últimos cinco años y quedan reservas para año y medio. ¿Por qué se ha tirado del Fondo de Reserva? Por la caída de ingresos en la Seguridad Social como consecuencia de dos hechos: el menor número de cotizantes al aumentar los despidos, los ERE y el desempleo (se han perdido 2,9 millones de cotizantes entre 2007 y 2013); y la disminución de las bases de cotización por la devaluación salarial aplicada.

 Es decir, la caída de ingresos es consecuencia directa de la política de austeridad y de las reformas laborales.

El problema está también en que la “hucha” se ha usado para bajar cotizaciones a los empresarios a través de las “tarifas planas” que han supuesto este año una caída de 2.500 millones en la recaudación de la Seguridad Social . 

Incluso para sanear la banca, tal y como ha denunciado la prensa internacional y Vicenç Navarro, que afirman que la hucha está pagando el rescate de 61.000 millones de euros a la banca, ya que el 97% de los activos totales de los fondos de pensiones del Estado español están convertidos en bonos en España para poder financiarlo. Hasta aquí el expolio.

La estrategia de derribo. En paralelo se intensifica la campaña de los interesados profetas de la catástrofe para sembrar el miedo. Formulan una falsa dicotomía: la quiebra del sistema o bajar las pensiones, con su no revalorización y un endurecimiento de los requisitos para causar derecho. (...9

Tratarán de degradar las pensiones públicas para impulsar los fondos privados y atrapar el ahorro de millones de trabajadores, ya que de forma voluntaria no han funcionado. (...)

La munición argumental que utilizan para “vender” la falta de sostenibilidad del sistema es que ha aumentado la longevidad, la tasa de natalidad es muy baja, la llegada a la jubilación de la generación del baby-boom y que se ha desequilibrado la ratio activos/pasivos. Se intentan presentar las dificultades del sistema con la inexorabilidad de los fenómenos naturales, como si fuera la sucesión de la lluvia y la sequía. Y no es cierto que sea algo inevitable.  (...)

Hay alternativas, por supuesto. Empezando por la derogación de las últimas reformas del PSOE (2010) y del PP de 2013, una de las más nefastas y que –en combinación con la reforma laboral- condena a la pobreza a una gran parte de los jubilados del futuro. Los únicos que planteaban esta medida eran Unidos Podemos en el punto 16 de su Programa.

 Hay otros factores para corregir las tendencias demográficas y mejorar la financiación. Entre ellos está la reducción del paro, el aumento de la tasa de actividad de la mujer, el recurso a la inmigración para disponer de mano de obra, la mejora de la calidad del empleo, una política fiscal de mayor progresividad y suficiencia recaudatoria.

En términos estratégicos lo que cuenta no es cuántos producen sino cuánto se produce. Hay que hablar de la productividad. La historia demuestra cómo se ha incrementado de forma exponencial en todos los sectores económicos. Con menos trabajadores puede haber más productividad y se pueden mantener más y mejores pensiones.

 Es una cuestión de renta per cápita que se ha doblado en los últimos años, de la riqueza producida y su redistribución. Es evidentemente una cuestión de prioridad política y hay margen: España dedica a gasto en pensiones tres puntos del PIB menos que la media de la zona euro (10,4% frente al 13,4%).

Además ¿por qué deben ser financiadas las pensiones solo con cotizaciones sociales y no con impuestos o el recurso a la deuda si fuera necesario? Hay un derecho constitucional a las pensiones y se debe asegurar su prestación pública de igual forma que se financia la educación, la sanidad o las carreteras. Las pensiones no deben depender de la evolución de la pirámide de población sino de la riqueza, la fiscalidad y la redistribución.  (...)

Se puede salvar el sistema público de pensiones con una condición: que la izquierda y los sindicatos no interioricen las falacias neoliberales y que se esfuercen en su desmontarlas. No es una cuestión técnica, es pura lucha de clases. (...)"                (Agustín Moreno . Sin Permiso,  27/08/16)

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