"(...) la dura carta enviada por la Comisión Europea al ministerio de energía español, exigiendo explicaciones
por las múltiples trabas, barreras e impuestos establecidos a nivel
legislativo para desincentivar el autoconsumo eléctrico, que no solo son
completamente contrarios al derecho europeo, sino que además, suponen
un absoluto contrasentido en un país con un nivel de insolación tan
elevado como España.
El desincentivo a la autogeneración de
electricidad en España es un clarísimo caso de prevaricación, en su
definición mas canónica: dictar una resolución arbitraria en un asunto
administrativo o judicial a sabiendas de que dicha resolución es
injusta.
Cuando el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, afirma que no elimina el impuesto al sol porque si lo hiciese “se dejarían de recaudar 162 millones de euros anuales vía impuestos”
está, en realidad, admitiendo que implantó un impuesto contrario a la
legislación europea, que tasa de manera injusta y arbitraria una
actividad tan beneficiosa para el medio ambiente y para el bolsillo del
ciudadano como la autogeneración y autoconsumo de energía eléctrica, y
que además, se niega a dejar de hacerlo porque no quiere renunciar a
esos ingresos.
Que países europeos con tasas de insolación
much menores que España estén plagados de placas solares mientras en
nuestro país, instalar un tejado solar y un acumulador suponga
enfrentarse a un calvario legislativo, regulatorio y fiscal supone un
contrasentido tan grande, tan absurdo, que reclama una investigación
sobre los motivos que en su momento llevaron a los políticos implicados a
legislar de esa manera.
Pero sobre todo, urge eliminar ese entramado
destinado únicamente a desincentivar un fenómeno, el de la
autogeneración y el autoconsumo, que se ha desarrollado de manera
impresionante en muchos países y que está sujeto a enormes economías de
escala. (...)" (Enrique Dans, 31/03/17)
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