"El colectivo de jóvenes trabajadores, en esta serie de Indicadores,
los comprendidos entre los 16 a los 30 años, supone en el primer
trimestre de 2017 el 16’8% de la población en edad de trabajar, el
15’5% de la población activa, el 13’2% de la ocupación, el 14’4% de
los asalariados, el 31% de los asalariados temporales, el 24% de los
trabajadores con jornada parcial, el 26% de los desempleados y el 18’7%
de los inactivos (1).
Es decir, los porcentajes de actividad y la
ocupación, por debajo de su peso en la población, y los porcentajes de
temporalidad, tiempo parcial y paro, por encima, señalan que su
mercado laboral es, con diferencia, mucho más precario que el del total
de los trabajadores. Esta, por otro lado, ha sido la situación, en
mayor o menor grado, desde antes de la crisis, durante la misma, y en
los inicios de la recuperación.
Además, esto se ha producido
dentro de una catástrofe demográfica del colectivo de jóvenes
trabajadores menores de 30 años, desde 2007 (Tabla I):
1) la población
ha disminuido en casi 1’9 millones, un 22’5% (más de 1 millón de
varones, un 23’4%; casi 900 mil mujeres, un 21’5%9);
2) los activos han
disminuido en más de 2’1 millones, el 37’5% (más de 1 millón y cuarto
de varones, un 40’5%; más de 850 mil mujeres, un 33’8%);
3) los
ocupados han caído en más de 2 millones y medio, un 51’2% (más de 1
millón y medio de varones, un 54’7%; poco más de 1 millón de mujeres,
un 46’6%);
4) hay casi 1’1 millones de temporales menos, un 47’9% (más
de 600 mil varones, un 52’6%; más de 400 mil mujeres, un 40’4%);
5) el
trabajo a tiempo parcial disminuyó en más de 70 mil, apenas un 1’1%
(los varones aumentaron en más de 20 mil, un 8’3%; y las mujeres
cayeron en casi 95 mil, un 18’6%);
5) en los parados la evolución se
divide en dos tramos, 2007-2013, con un incremento de casi 1’1 millones,
un 153% (poco más de 630 mil varones, un 195%; y casi 450 mil mujeres,
un 117%), en el segundo tramo, 2013-2017, de caída de casi 670 mil, un
37’5% (poco más de 370 mil varones, un 38’7%; casi 300 mil mujeres, un
36’1%);
6) los inactivos han subido en 231’7 mil, un 8’5% (poco más de
250 mil varones, un 21 ́1% y las mujeres, sin embargo, han disminuido
18’5 mil, un 1,2%);
7) los NINIs, parados más inactivos, han
evolucionado del mismo modo que los parados, subiendo hasta 2013 y en
descenso desde entonces, en el conjunto del periodo el total de los
NINIs ha subido en poco más de 640 mil, un 18’7% (casi 515 mil los
varones, un 33’9% y poco más de 217 mujeres, un 6’6%).
Los parados,
inactivos y NINIs son los grupos que en el total del periodo, 2007-2017,
han crecido, recuperaciones macroeconómicas aparte, hecho que refuerza
la precariedad laboral de los jóvenes trabajadores españoles.
Por
otro lado señalar, como ya lo habíamos hecho en anteriores indicadores
y en consonancia con la mayoría de los analistas, los descensos de
población se deben a un doble proceso migratorio de carácter
económico, la salida de jóvenes trabajadores nativos que no encuentran
trabajo en este país y la vuelta a sus países de origen de jóvenes
trabajadores inmigrantes. (...)
El peso de los NINIs en el conjunto de la población juvenil está,
desde 2015, por encima del 60%, 62’9% para el conjunto, 61’7% para los
varones y 64’1% para las mujeres. El despilfarro de capital humano que
suponen estas cifras, se suma al 22’5% de población juvenil perdida
desde 2007.
Los jóvenes trabajadores españoles eran un de los
grupos con mayor precariedad y social desde los inicios del siglo XXI
(2) han sido uno de el grupos más castigados por la crisis y que menos,
si algo, están notando la recuperación macroeconómica." (José Daniel Lacalle
, Sin Permiso, 17/05/2017)
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