"(...) Grecia no es el primer país que sufre problemas de liquidez parecidos
sin disponer de política monetaria propia. Podría revisar la
experiencia del estado de California que en 2009 emitió pagarés, como ya
había hecho en 1933 y 1992.
Ante el gran déficit fiscal y la
imposibilidad de cumplir sus obligaciones, a partir del 2 de julio de
ese año, California emitió 450.000 pagarés llamados registered warrants
(popularmente IOU - I owe you) por valor de más de 3.000 millones de
Dólares. Estos pagarés se utilizaron para sustituir sus obligaciones de
pago de julio en salarios de funcionarios, subsidios, proveedores y
gobiernos locales, así como para las devoluciones a los contribuyentes
con una declaración negativa.
De esta forma, el gobernador Schwarzenegger ganaba tiempo para
recortar gasto público y recuperar solvencia. Estos pagarés o promesas
de pago futuro tenían un vencimiento en cuatro meses, otorgando un
interés del 3,75% (después de esa fecha, dejaban de generar intereses)
aunque el gobierno podía liquidarlos antes y pagar un interés menor.
Acabó liquidándolos en septiembre, un mes antes de lo previsto. Los
pagarés eran negociables, sus portadores podían descontarlos en
entidades financieras y en mercados secundarios que aparecieron
espontáneamente.
Las nuevas tecnologías en los sistemas de pagos han progresado y hoy
en día permiten mejoras en Grecia respecto al sistema de pagarés de
California. Los sistemas avanzados de banca online, y de pagos y
monederos digitales, por ejemplo, permitirían a los tenedores de pagarés
portarlos, fraccionarlos en cantidades pequeñas y transferirlos
fácilmente por teléfono móvil o cualquier ordenador con conexión a
internet, e incluso etiquetarlos de forma trazable con fechas diferentes
de vencimiento.
Su condición de electrónico permitiría que este sistema
de pagos fuera usado a nivel nacional para realizar pagos y micro-pagos
entre comercios, empresas y trabajadores, que podrían cobrar parte de
sus ingresos de esta forma.
Estos pagarés del estado griego, que llamaremos Greuros, actuarían
como un medio de pago líquido, para convertirse en Euros, o para pagar
impuestos, a partir de una fecha de vencimiento. Al contrario que en
California, esta medida evitaría que el tenedor tuviera que acudir a los
mercados financieros a descontarlos, ya que circularían como una
moneda regional complementaria al Euro. El estado reduciría la
dependencia de la financiación exterior y ahorraría el pago de
intereses, lo que mejoraría la gestión de la tesorería pública.
Incluso el gobierno griego podría aceptar los Greuros como medio de
pago parcial o exclusivo de algunos impuestos actuales o nuevos, por
ejemplo ambientales; lo que generaría una demanda de Greuros,
favorecería su aceptación generalizada como medio de pago y su
circulación fluida en el mercado interno.
¿Sería inflacionario? No más que si la inyección se produjera en
Euros procedentes del resto de Europa. En todo caso, su aceptación
voluntaria como medio de pago haría que su circulación se concentrara en
sectores de la economía con tensiones deflacionarias, y no tanto en los
sectores con tensiones inflacionarias, lo que generaría un efecto
anti-deflacionario, no inflacionario.
¿Desconfiaría la gente en él, daría lugar a movimientos
especulativos? Si el gobierno griego garantizara que se pueden pagar
impuestos en Greuros a un tipo equivalente al Euro, no tendría por qué
dar problemas. De hecho, la confianza en una moneda soberana fiduciaria o
sin respaldo en oro u otro valor supremo, como ocurre con la inmensa
mayoría de las actuales, se basa en la capacidad del gobierno emisor de
cobrar sus impuestos en dicha moneda.
Un sistema puramente digital de Greuros permitiría otras innovaciones
financieras que ahora difícilmente con papel moneda se pueden aplicar;
en particular, un tipo de interés negativo, también llamado tasa de liquidez, demurrage o tasa de oxidación, por ejemplo del 1% mensual a todos los tenedores de Greuros.
Ya fue implementada en un rudimentario sistema basado en papel (stamp script) en
los 1930s en Wörgl (Austria), y fue considerada un éxito, al que dedicó
un libro, por el premio Nobel de economía Irving Fisher, padre de la
teoría cuantitativa del dinero.
La tasa de oxidación no solo aportaría ingresos adicionales al
Estado; también incentivaría una alta velocidad de circulación de los
Greuros, estimulando la demanda interna. Actualmente, el tenedor de
Euros para evitar los tipos negativos lo único que debe hacer es
ahorrarlos y ver como su valor real crece con la deflación, lo cual
produce efectos devastadores sobre el consumo.
Las nuevas tecnologías
aplicadas a sistemas de pagos permitirían al gobierno, a través del
ajuste de esta tasa, manipular la velocidad de circulación del dinero,
algo que con los instrumentos actuales no se considera posible.
No solo esto, si el Greuro fuera considerado un pasivo financiero y
no tuviera convertibilidad a vencimiento seguro (como los IOU en sentido
estricto), o se incentivara su no convertibilidad al vencimiento
mediante una bonificación por permanencia (financiada con la tasa de
oxidación, por ejemplo), su valor presente actualizado sería cero, ya
que perdería de manera segura e imparable su valor por efecto de la tasa
de oxidación.
100 Greuros emitidos el 1 de enero con una tasa de
oxidación del 1 % en TAE valdrían 88 a 31 de diciembre de ese año, y
habría perdido más de un 72 % de su valor nominal al cabo de una década;
el coste de esta oxidación (pérdida gradual de valor) se repartiría
entre todos los tenedores por los que pasan estos Greuros en función del
período de tiempo que cada uno de ellos lo haya tenido en su cuenta.
El Greuro podría aumentar la masa monetaria e inyectaría liquidez
inmediata, frenando la deflación, contribuiría a la reactivación de la
economía griega y destensaría las presiones sobre su tesorería nacional.
También daría un margen adicional de negociación al gobierno griego al
no tener que verse en la obligación de suspender pagos internos e,
incluso, en caso extremo, podría proporcionar liquidez de emergencia a
los bancos griegos en caso de que el BCE dejara de hacerlo.
Nuestra propuesta discrepa de la realizada hace un año por el ministro de finanzas griego
de emitir bonos negociables, en forma de variante de la cripto-moneda
Bitcoin (llamada Future Tax o FT-coin), con la garantía de aceptación
futura en el cobro de impuestos griegos. Según su propio resumen, los
FT-coin funcionarían de la siguiente forma:
· Usted paga, digamos, 1.000 para comprar 1 FT-coin en una
página web del Ministerio de Finanzas (España, Italia, Irlanda, etc.
gestionarían por separado sus propios mercados de FT-coins) bajo un
contrato que obligaría al Ministerio de Finanzas a: (a) convertir sus
FT-coins por 1.000 en cualquier momento, o (b) a aceptar sus FT-coins
dos años después de su emisión en el cobro de impuestos, digamos, por el
valor de 1.500.
· Cada FT-coin está etiquetado con un tiempo, es decir, en
su código hay la fecha de emisión, que puede usarse para comprobar que
no se usa para pagar impuestos antes del período de vencimiento en dos
años.
· Cada año (después de que el sistema haya estado en
funcionamiento por lo menos dos años), el Ministerio de Finanzas emite
un nuevo paquete de FT-coins para reemplazar los que ya se han
extinguido (cuando los contribuyentes los usan, después de dos años de
la inauguración del sistema, para el pago de impuestos) bajo el
entendimiento de que el valor nominal del número total de FT-coins en
circulación no excede un cierto porcentaje del PIB (p.e. 10% del PIB
nominal de forma que no hay peligro de que, si todos los FT-coins se
canjearan simultáneamente, el gobierno acabara, durante ese año, sin
recaudación).
Tanto el Greuro como el FT-coin podrían ayudar a financiar las
políticas de rescate social, e incluso formar parte una renta
garantizada de ciudadanía o, aún mejor, de un esquema de renta básica
universal.
Sin embargo, la propuesta de Varoufakis necesita de inversores ávidos
de canjear Euros por estos bonos de futuros impuestos a cambio de
rendimientos usureros contra el gobierno, tampoco asegura que el
gobierno pueda canjear los FT-coins por Euro en cualquier momento como
plantea. Además, el Greuro esquiva el delicado sistema de los Bitcoin,
fuente de opacidad y especulación y de riesgo de crackers, y no necesita depender de nuevo de los mercados financieros y su prima de riesgo.
El Greuro aportaría un nuevo instrumento de política económica para
que el gobierno griego pueda adaptarse al difícil contexto fiscal y
monetario en el que se encuentra. Medidas muy similares a la que
proponemos para Grecia han sido sugeridas por economistas tan poco
heterodoxos como el vice-presidente de Deutsche Bank Thomas Mayer,
Martin Wolf del Financial Times o el economista jefe del Banco Central de
Inglaterra Charles Goodhart.
Entre la salida del Euro, que no desea su
población, y la aceptación de la austeridad-no-expansionista de la
Troika, existe una también modesta tercera vía que se basa en la
recuperación parcial de la soberanía monetaria."
( Andreu Honzawa Puig, politólogo. Coordinador de proyectos de Social Trade Organisation (STRO), y Lluís Torrens, economista, profesor asociado de la Escuela Superior de Negocios Internacionales-Universitat Pompeu Fabra, Sin Permiso, 15/12/15)
Como alternativa a la salida del euro y para conseguir la soberanía financiera: europeseta electrónica de circulación interna
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción,
sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno
impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra
económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los
especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa,
2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza (Juan José Santamaría y Juan Güell) muestran con
gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:
Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html
Para salir de la crisis sin salir del euro: España
debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html
Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815
Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:
Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html
Hay alternativas, incluso dentro del euro.
Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/
Más información en: 'Si Grecia, España, o
Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar
instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar
créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html
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