"El protocolo de detección de menores con carencias alimentarias,
que preveía el recuento y seguimiento de los afectados, ha hecho aguas.
La consejera de Asuntos Sociales, Dolors Bassa, lo tildó ayer en el
Parlament de “obsoleto” —recordó que se ha actualizado dentro de otro
acuerdo sobre maltrato infantil—, y celebró haber reducido cuatro puntos
la tasa de pobreza infantil en un año.
Con todo, todavía uno de cada
cuatro niños catalanes sigue en riesgo de pobreza, según el Idescat. Las
entidades sociales, por su parte, avisan de que la malnutrición “no
está resuelta” y ven fundamental dimensionar el problema para mejorar
las políticas.
La magnitud de la pobreza es enorme pero tienden a invisibilizarla”,
lamentó Alex Castillo, de la Federación de Asociaciones de Padres y
Madres (FAPAC). Esta entidad fue una de las que, en 2013, logró que
Cataluña pusiese en marcha el protocolo de detección y seguimiento de la
malnutrición infantil que ahora la consejera considera “obsoleto”.
Este texto recogía, entre otras cosas, el recuento de niños con
malnutrición que identificaran escuelas, centros de atención primaria y
servicios sociales. Los departamentos de Enseñanza y Salud tenían que
enviar el reporte de los casos que encontraban a Asuntos Sociales, que
los centralizaba. El protocolo creaba, además, una comisión de
seguimiento interdepartamental. (...)" (El País, Cataluña, 26/07/17)
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