12.2.18

Si no llega con las contribuciones de los activos, que las pensiones se financien como todos los demás gastos sociales, con impuestos. Vivimos en una sociedad relativamente rica que, si distribuye bien lo que produce, puede permitir vivir decentemente a toda su población

"(...) ¿Cómo se distribuye la riqueza de un país para pagar los gastos colectivos? ¿Quién decide qué gastos se financian y cuáles no? ¿Quién decide que es mejor financiar el Ejército, ciertas infraestructuras, las embajadas o el rescate bancario que mantener a los ancianos? 

Si todos estos aspectos y muchos otros se financian a través de los impuestos, ¿por qué no las pensiones? Si no llega con las cotizaciones, ¿por qué no se pueden financiar las pensiones con impuestos, como todos los demás gastos colectivos de una sociedad? 

En un momento de nuestra historia se decidió que las pensiones públicas se financiaran solo con las contribuciones de los trabajadores en activo. Lo que hace que las pensiones no sean más que transferencias entre trabajadores. 

Es una forma, pero no la única. De modo que el resto de la población, especialmente aquellos que obtienen beneficios de las empresas, no participa para nada en mantener a aquellos que han producido la riqueza que ha hecho que el país llegue donde está ahora. 

El tema está repleto de argumentos falsos. Como muestra, uno que debiera hacer sonrojar a los economistas que, sin embargo, lo usan sin descanso. Se refiere al tema de que no habrá suficientes trabajadores para mantener a los pensionistas. En el caso del Estado español, como se ha decidido previamente que las pensiones públicas solo se financien con las contribuciones de los trabajadores, los salarios son relevantes. Pero esta es una opción política. 

En realidad, para la financiación de las pensiones, el número de trabajadores no importa para nada, lo que cuenta es la riqueza que los trabajadores producen. Lo que importa para evaluar la capacidad de financiar las pensiones es la producción de riqueza y su distribución. 

Y en el Estado español se produce mucha más riqueza que hace 40 años y se espera producir más en el futuro. ¿Por qué no se considera esto en lugar de enredar con el número de trabajadores? No es el número de las personas que trabajan, sino lo que estas producen y cómo se distribuye lo que importa. ¿Se puede creer que no lo saben los economistas, o a quién conviene este error? 

El tema de la insostenibilidad de las pensiones vuelve cada cierto tiempo. En parte, porque en las sociedades modernas se ha asumido la idea de que sostener a la gente cuando no produce es un coste, aunque produjera mucho en su vida activa, pero, sobre todo, porque lo que los poderes fácticos, económicos y políticos persiguen es que la gente que puede ahorrar se haga pensiones privadas, que permiten jugosos beneficios al capital financiero. 

Pero consideremos el tema en su dimensión real: ¿cómo es que en un país que no tiene dinero para financiar las pensiones públicas existe ese mismo dinero si las pensiones son privadas? ¿Hay o no hay recursos reales para mantener a los ancianos? 

Las pensiones privadas son un estupendo negocio para el capital financiero. Pero son un disparate para los pensionistas. Para estos, es muy arriesgado poner el dinero en pensiones privadas que dependen de la Bolsa, pierden valor con la inflación y son muy caras, pues cobran comisiones por gestionarlas. Y en lo social son enormemente injustas, pues solo quienes pueden ahorrar podrán tenerlas. ¿Qué se hará con los millones de personas que no pueden ahorrar? 

La alarma causada porque se acaba la hucha tiene unas bases y unas razones falaces que se pueden resolver con relativa facilidad si se quiere realmente solventar el problema. Si no llega con las contribuciones de los activos, que las pensiones se financien como todos los demás gastos sociales, con impuestos. Vivimos en una sociedad relativamente rica que, si distribuye bien lo que produce, puede permitir vivir decentemente a toda su población."          (Miren Etxezarreta, El Salto, 25/01/18)

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