17.7.18

La guerra comercial que ha estallado tiene confundida a la teoría macroeconómica habitual... sucede que el libre comercio es bueno para aquellos que ganan en los mercados; el proteccionismo es mejor cuando el capital nacional pierde cuota en ellos

"La guerra comercial que ha estallado tiene confundida a la teoría macroeconómica habitual. La mayoría de los economistas todavía analizan únicamente los aumentos de tarifas en términos de 'proteccionismo' o 'libre comercio'. Las medidas de Trump son generalmente condenadas. Sin embargo, entre los keynesianos, hay confusión y división. (...)

Los keynesianos están confundidos acerca de si son partidarios del 'libre comercio' o de medidas proteccionistas / nacionalistas. Que nos retrotrae a la confusión de Keynes en la última Gran Depresión de la década de 1930. Cambió de opinión, pasando de ser un fuerte defensor del libre comercio a finales de 1920 a ser un proteccionista y defensor de los aranceles a mediados de la década de 1930. 

Este cambio de punto de vista fue realmente la expresión de la visión cambiante del capitalismo británico. El libre comercio es bueno para aquellos que ganan en los mercados; el proteccionismo es mejor cuando el capital nacional pierde cuota en ellos. Y esa fue la posición de Gran Bretaña. (...)

Abogó por aranceles a las importaciones en el Reino Unido como una forma alternativa de reducción de los salarios reales (por el aumento de los precios de las importaciones) y para impulsar la producción nacional. Para Keynes, era una forma de que el capital británico ganase una ventaja de costes frente a sus rivales mediante la reducción de los costes salariales en términos reales.  

“Me asusta terriblemente el proteccionismo como una política a largo plazo”, testificó ante una comisión parlamentaria del Reino Unido, “pero no siempre podemos permitirnos mirar a largo plazo. . . la cuestión, en mi opinión, es hasta qué punto estamos dispuestos a correr el riesgo de las desventajas a largo plazo con el fin de conseguir cierta ayuda para la situación presente”. 

Por supuesto, una vez que el capitalismo a nivel mundial se hubo recuperado, y el capital británico con él, se podía volver al 'libre comercio".

La confusión actual en la macroeconomía y en particular entre los keynesianos actuales refleja los cambios de opinión de Keynes en tanto que la Larga Depresión se prolonga y 'globalización' es un fracaso para todos. 

Así que ahora tenemos a keynesianos como Rodrik y Baker que apoyan aranceles sobre las importaciones de Estados Unidos y presionan a favor de excedentes comerciales, al tiempo que piden a Europa y China que no tomen represalias. Y Wolf, al contrario, pide represalias a Europa y Asia.

¿Cuál es la visión marxista? ¿Hay que apoyar los aranceles y otras medidas proteccionistas introducidas por las naciones capitalistas más débiles para 'defenderse' de las medidas de Trump (Wolf)? ¿Deberíamos, por el contrario, apoyar las medidas de Trump como una forma de mantener empleos manufactureros en Estados Unidos (Baker) y tal vez ayudar a otros países para impulsar sus industrias nacionales (Rodrik)?

 ¿Libre comercio o proteccionismo? Esbocé mi respuesta en una nota anterior.   El libre comercio no ha sido un gran éxito capitalista. El capitalismo no tiende al equilibrio en el proceso de acumulación.  (...)

El libre comercio beneficia a los estados capitalistas nacionales cuando la rentabilidad del capital está aumentando (como lo fue desde la década de 1980 a la de 2000) y todo el mundo puede beneficiarse de un pastel más grande (en diferentes proporciones). Entonces la globalización parece muy atractiva. (...)

 Pero si la rentabilidad comienza a caer constantemente, el 'libre comercio' pierde su glamour, especialmente para las economías capitalistas más débiles porque el pastel de los beneficios deja de crecer.

Marx y Engels reconocieron que el 'libre comercio' podría alentar la acumulación de capital a escala mundial y así expandir las economías, como ha ocurrido en los últimos 170 años. Pero también vieron (dada la naturaleza dual de la acumulación capitalista) el otro lado: la creciente desigualdad, un 'ejército de reserva' flotante permanente de parados y una mayor explotación de los trabajadores en las economías más débiles.

Y por lo tanto reconocieron que las naciones capitalistas industriales emergentes solo podrían probablemente tener éxito mediante la protección de sus industrias con aranceles y controles e incluso el apoyo del Estado (China es un ejemplo extremo de esto)."                (Michael Roberts  , Sin Permiso, 15/07/2018. Fuente: The next recession)

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