"(...) Algunos sectores de la izquierda europea, si bien no
comparten las políticas de Salvini sobre seguridad e inmigración,
consideran que el Gobierno italiano es, de momento, el único que pone en
discusión las reglas dictadas por Bruselas. ¿Es realmente así?
Quizás sí. Sin embargo, no me parece que el Gobierno italiano, por la
manera en que se presenta y por su misma vocación –no olvidemos que la
Liga es un partido de extrema derecha aliado con otros partidos de
extrema derecha en Europa–, pretenda crear una Europa social, un estado
del bienestar europeo y un gobierno de los ciudadanos europeos sobre el
gasto público, es decir los que deberían ser los objetivos de la
izquierda.
Una parte de este gobierno aspira más bien a dinamitar la
construcción europea, a hacernos regresar a una situación muy parecida a
la Europa de los años treinta del siglo XX. Exactamente lo contrario de
lo que debería ser la aspiración de la izquierda europea.
La respuesta de Bruselas a la aprobación del Def ha sido muy
dura, con una carta de la Comisión Europea al ministro de Economía,
Giovanni Tria, en la que pide respetar las reglas de déficit. La prima
de riesgo ha superado los 300 puntos, pero luego ha bajado. A finales de
octubre llegarán las notas de solvencia de las agencias internacionales
de ratings. ¿Existe el riesgo de un default italiano? ¿O de una salida del euro?
La respuesta de Bruselas ha sido estúpidamente rígida, como siempre.
Una vez más, acaba favoreciendo a los soberanistas: la Liga y los 5
Estrellas pueden así afirmar, aunque no sea verdad, que detrás del
aumento de la prima de riesgo hay maniobras de los tecnócratas europeos.
Si quiere pararle los pies a los nacional-populismos y salvar la
construcción europea, Bruselas debería superar la ortodoxia financiera.
Y
debería evitar caer en la trampa del muro contra muro que practican,
por razones de consenso interno, algunos miembros del Gobierno italiano.
Bruselas, por ejemplo, habría podido dejar unos márgenes: sí a la
superación del 2% del déficit, pero sólo para inversiones, y no para
gastos como se está haciendo. Esto habría permitido desenmascarar las
contradicciones del actual programa de Gobierno.
Me parece que los
mercados han sido muy claros, pero ese es su trabajo. También por eso la
rigidez de Bruselas es inútil y contraproducente. De todos modos, en
los próximos meses, no creo que haya un riesgo de default italiano o de un Italexit.
El problema podría presentarse el año que viene, cuando termine muy
probablemente la política favorable de Mario Draghi en el Banco Central
Europeo (BCE).
Italia es uno de los países cuya economía crece menos en
Europa. La deuda pública sigue al 130% del PIB. La emigración juvenil ha
aumentado mucho en la última década. ¿La propuesta económica de este
gobierno es la solución? Y si no lo es, ¿qué se debería hacer?
Las propuestas de este Gobierno solo pueden empeorar la situación.
Además no son ecuánimes. La abolición de la reforma de las pensiones,
por ejemplo, la pagarán los jóvenes que son los verdaderos
desfavorecidos en Italia.
La cuestión de fondo es que Italia necesita
políticas activas que creen empleo, y un empleo de calidad, tanto en el
corto y medio plazo –políticas industriales, para las inversiones,
reformas del sistema administrativo y de la justicia– como en el largo
–educación, investigación, innovación–. Para frenar el declive, debería
reorientarse el modelo de desarrollo hacia sectores de alta innovación,
como en cualquier país desarrollado.
En Italia, en cambio, se está
haciendo justo lo contrario: empeorar los problemas históricos,
intentando cautivar a los electores con un poco de gasto corriente
financiado a través del déficit. ¡Como la deuda la pagarán las
generaciones futuras...! Ahora los italianos estamos pagando las
decisiones insensatas que tomó la clase dirigente en los años ochenta. (...)
El Gobierno M5E-Liga goza de un consenso altísimo, superior al 60%, aunque no haya hecho aún nada concreto. ¿Cómo se explica?
En realidad, según los últimos sondeos, los 5 Estrellas han perdido
algo, mientras que Salvini ha crecido, pasando del 17 a más del 30%. Así
que la llamada “luna de miel”, el periodo en el que los ciudadanos dan
crédito al nuevo gobierno, ha favorecido sólo a la Liga.
¿Por qué?
Salvini es muy hábil a nivel mediático y ha elegido el área donde es
más fácil recoger consenso demagógico: la inmigración. Además, está
fagocitando a sus aliados del centro-derecha, Forza Italia y Hermanos de
Italia, que están en sus horas más bajas. Hasta ahora, Salvini ha
conseguido que se le perciba como el verdadero hombre fuerte del
Gobierno.
Dicho lo cual, es cierto que con la aprobación del Def los 5
Estrellas han tenido mucha más visibilidad, lo que les ha permitido
subir un poco en los sondeos, quitando votos al centro-izquierda. Nada
nuevo: desde los años setenta los italianos, también de izquierdas, han
apoyado con su voto el gasto a través del déficit.
¿Qué futuro le ve a este Gobierno?
El consenso es bastante sólido y con este presupuesto se refuerza al
menos a corto plazo. El año que viene, tras el previsible éxito en las
europeas, Salvini podría convocar elecciones adelantadas, resucitar el
centro-derecha y obtener una mayoría absoluta, convirtiéndose en primer
ministro. Este es el único riesgo que veo para el futuro de este
Gobierno. "
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