26.11.18

Roubini: Por qué las monedas digitales de bancos centrales van a destruir a las criptomonedas... y conllevarán una desintermediación radical del sector bancario privado...

"Los banqueros centrales del mundo han comenzado a discutir la idea de monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC por su sigla en inglés), y ahora hasta el Fondo Monetario Internacional y su directora, Christine Lagarde, están hablando abiertamente sobre los puntos a favor y en contra de la idea. (...)

Esta conversación viene muy atrasada. El efectivo se utiliza cada vez menos y prácticamente ha desaparecido en países como Suecia y China. Al mismo tiempo, los sistemas de pago digitales –PayPal, Venmo y otros en Occidente; Alipay y WeChat en China; M-Pesa en Kenia; Paytm en la India- ofrecen alternativas atractivas para servicios que alguna vez sólo proporcionaban los bancos comerciales tradicionales.

La mayoría de estas innovaciones tecnológicas para ofrecer servicios financieros todavía están conectadas con los bancos tradicionales, y ninguna de ellas se basa en las criptomonedas o en el blockchain (cadena de bloques). De la misma manera, si alguna vez se llegan a emitir CBDC, no tendrán nada que ver con estas tecnologías de blockchain tan promocionadas. (...)

En todo caso, las CBDC muy probablemente reemplazarían a todos los sistemas privados de pago digital, más allá de si están conectados a cuentas de bancos tradicionales o a criptomonedas.Como están dadas las cosas hoy en día, sólo los bancos comerciales tienen acceso a los balances de los bancos centrales; y las reservas de los bancos centrales ya funcionan como monedas digitales.

 Es por este motivo que los bancos centrales son tan eficientes y costo-efectivos a la hora de mediar en los pagos interbancarios y tramitar transacciones. Como los individuos, las corporaciones y las instituciones financieras no bancarias no cuentan con el mismo acceso, deben depender de bancos comerciales autorizados para procesar sus transacciones.  (...)

Al permitirle a cualquier individuo realizar transacciones a través del banco central, las CBDC terminarían con este acuerdo, aliviando la necesidad de efectivo, cuentas bancarias tradicionales y hasta servicios de pago digital. Mejor aún, las CBDC no tendrían que depender de registros distribuidos públicos “sin permiso” y “sin confianza” como los que apuntalan a las criptomonedas. 

Después de todo, los bancos centrales ya tienen un registro no distribuido privado, permitido y centralizado, que hace posible que los pagos y las transacciones se realicen de manera segura y sin problemas. Ningún banquero central en su sano juicio cambiaría ese sistema sólido por uno basado en blockchain.   (...)

Pero, al igual que los depósitos bancarios privados hoy, las transacciones con CBDC también podrían ser anónimas: sólo las autoridades judiciales o los reguladores podrían tener acceso, cuando fuera necesario, a información disponible sobre los propietarios de las cuentas, como ya sucede con los bancos privados.  (...)

Es más, al transferir pagos de bancos privados a bancos centrales, un sistema basado en CBDC favorecería la inclusión financiera. Millones de personas no bancarizadas tendrían acceso a un sistema de pagos eficiente y casi gratuito a través de sus celulares.

El principal problema de las CBDC es que alterarían el sistema actual de reservas fraccionarias a través del cual los bancos comerciales generan dinero al prestar más de lo que tienen en activos líquidos. Los bancos necesitan depósitos para otorgar créditos y tomar decisiones de inversión. Si todos los depósitos en bancos privados se convirtieran a CBDC, los bancos tradicionales necesitarían convertirse en “intermediarios de fondos prestables”, tomando prestados fondos de largo plazo para financiar préstamos de corto plazo como las hipotecas.

En otras palabras, el sistema bancario de reservas fraccionarias sería sustituido por un sistema de banca estrecha administrado principalmente por el banco central. Eso representaría una revolución financiera –que reportaría muchos beneficios-. Los bancos centrales estarían en una posición mucho mejor para controlar las burbujas crediticias, frenar las corridas bancarias, impedir asimetrías de los vencimientos y regular las decisiones de crédito/préstamo riesgosas por parte de los bancos privados. 

Hasta el momento, ningún país ha decidido seguir esa ruta, quizá porque esto conllevaría una desintermediación radical del sector bancario privado. Una alternativa sería que los bancos centrales les volvieran a prestar a los bancos privados los depósitos que se convirtieron en CBDC. Pero si el gobierno fuera el único depositante y proveedor de fondos de los bancos, el riesgo de una interferencia estatal en sus decisiones de préstamo sería obvio. 

Lagarde, por su parte, ha defendido una tercera solución: asociaciones público-privadas entre bancos centrales y bancos privados.  (...)"                 (Nouriel Roubini, Project Syndicate, 19/11/18)

No hay comentarios: