"El lobby de la banca, utilizando todos los medios que tiene a su alcance
(económicos, comunicativos, políticos, publicitarios, etc), lleva
décadas tratando de sembrar dudas sobre la sostenibilidad del sistema
público de pensiones. Inicialmente su estrategia sólo tuvo un relativo
impacto en la sociedad española porque las cifras eran tercas y
mostraban año tras año un superávit en la Seguridad Social que
ahuyentaba cualquier duda sobre su fortaleza.
Sin embargo, la crisis
económica iniciada en el año 2008 fue la excusa perfecta en la que se
apoyó el lobby de la banca para extender por fin la idea de que algo
había que hacer si se querían asegurar las pensiones en el futuro. (...)
Los anuncios sobre planes de pensiones privados están por todos los
lados. Siempre muestran una supuesta fórmula de inversión segura,
rentable y al alcance de todo el mundo. Pero lo cierto es que no cumple
ninguna de esas tres características, ni de lejos.
No podemos olvidar en
qué consiste básicamente la contratación de un plan de pensiones
privado: se trata de depositar dinero en un banco, para que éste trate
de rentabilizarlo en los mercados financieros, de forma que si logra su
objetivo se quedará con buena parte de la ganancia y trasladará una
pequeña parte al ahorrador, mientras que si no logra su objetivo el
ahorrador perderá parte del dinero.
No es una inversión segura porque ya ha habido casos en los que
personas que habían depositado su dinero con toda la ilusión,
descubrieron que habían perdido parte del mismo cuando fueron a
retirarlo.
No es una inversión rentable porque la mayoría de los fondos
ofrecen una rentabilidad inferior a la de la bolsa o incluso a la de los
bonos públicos (según el estudio titulado “Rentabilidad de los Fondos
de Pensiones en España. 2002-2017”, de entre los 356 fondos de pensiones
con 15 años de historia, sólo 4 superaron la rentabilidad del IBEX 35 y
47 la de los bonos del Estado a 15 años).
Y no es una inversión al
alcance de todos porque para poder contratar un plan es necesario tener
capacidad de ahorro, algo de lo que carece una buena parte de la
población española.
(...) la de los técnicos del Ministerio de Hacienda, que señala que el 86,6% de la ciudadanía española no tiene capacidad de ahorro.
Pero lo más importante, ¿quiénes tienen capacidad de ahorro? Cabría
suponer que sobre todo las personas con más renta. Y así es.
Lo podemos
corroborar observando quiénes son los que contratan planes privados de
pensiones. Según datos del Banco de España, en el año 2014 (últimos
datos disponibles) sólo el 26,1% de la ciudadanía había acudido a una de
estas fórmulas de ahorro, siendo mayoritaria la que tiene un elevado
nivel adquisitivo. (...)
Por ejemplo, si nos centramos en el 20% más pobre de la población, sólo
el 5% había inyectado dinero en algún plan privado de pensiones. En
cambio, si nos centramos en el 10% más rico, lo había hecho el 60,5%. Y
esta relación se mantiene a lo largo de todos los estratos: cuanta más
renta, más se utilizan los planes privados de pensiones.
En consecuencia, deducimos que si la solución al supuesto problema del
sistema público de pensiones pasa por la contratación de planes
privados, entonces se estaría dejando al margen a la mayor parte de la
población, precisamente la que menos capacidad económica tiene. Una
solución para los más ricos que deja fuera a los más pobres. Una
solución arriesgada, ruinosa y elitista." (Eduardo Garzón, blog, 14/11/18)
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