"(...) Louça es conocido especialmente por ser uno de los fundadores y liderar
durante siete años, de 2005 a 2012, el Bloco de Esquerda en Portugal. Es
también una de las voces más críticas de las políticas de austeridad
impuestas desde la Unión Europea a su país.
¿Quién se mueve en la sombra de las finanzas mundiales?
El término economía de sombras se
refiere a todas las organizaciones financieras que no son bancos
comerciales y que escapan al control de los bancos centrales, a la
regulación y a la garantía de depósito: agentes financieros, fondos de
inversión, agencias de Bolsa, etcétera. Michael Ash y yo
queríamos investigar este tipo de organizaciones porque en ellas está el
origen de la crisis de 2008.
Pudimos comprobar que la mayor parte de
estas organizaciones o bien son de los bancos o bien tienen una relación
comercial con ellos. Es decir, el sistema financiero se ha reproducido
en la banca tradicional y se ha multiplicado en nuevas formas de
captación de ahorro y de productos financieros, muchos de ellos
ficticios cuyo valor es producto de la especulación. Eso es el sistema
financiero a la sombra.
Ustedes definen el actual sistema financiero como "opaco, desregulado y fuertemente especulativo".
La economía
especulativa tiene una dimensión aún mayor de la que tenía antes, y eso
que durante la crisis hubo mucha doctrina y mucha promesa de
regulación. Pero lo cierto es que a día de hoy la parte del ahorro
mundial que está bajo el control de la llamada economía en la sombra
es mayor de lo que ya había en 2007. Frente a esta situación tenemos
dos alternativas: aceptar como un hecho inevitable un régimen de
acumulación financiera o recuperar el control por parte de los Estados
de los movimientos internacionales de capital y considerar que las
finanzas son un bien público.
La primera alternativa tiene una
consecuencia negativa: la vulnerabilidad de los Estados y de la
democracia. Los países tienen menos soberanía si existe la libertad
absoluta de circulación de capitales porque así no puede haber política
económica coherente decidida por y para el pueblo.
¿Es posible frenar o al menos limitar esa especulación financiera?
En algunos casos
anteriores se hizo. La consecuencia de la crisis de la crisis de 1929 en
Estados Unidos y en el resto del mundo fue restringir la libertad de
circulación de capitales e implantar impuestos progresivos con la
políticas del New Deal impulsadas por Franklin D. Roosevelt.
Luego
apareció el Estado de bienestar en Europa, tras la Segunda Guerra
Mundial. Sin embargo, la paradoja es que la respuesta a la crisis
financiera más importante del siglo XX, la de 1929, fue reducir la
agresividad del sistema financiero, mientras que la respuesta a la
crisis financiera del siglo XXI ha sido todo lo contrario, dejar crecer
esa agresividad. (...)" (Entrevista a Francisco Louça, Público, 04/02/20)
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