"(...) La crisis mundial aumentó dramáticamente las fuerzas divergentes en la zona euro. La fragmentación de los flujos de capital entre los estados fuertes y débiles de la zona euro se multiplicó.
Los sectores capitalistas de las economías más ricas, como Alemania,
dejaron de prestar directamente a los sectores capitalistas más débiles
en Grecia y Eslovenia, etc.
Como resultado, a fin de mantener la moneda
única para todos, la autoridad oficial monetaria, el BCE y los bancos
centrales nacionales tuvieron que proporcionar los préstamos en su
lugar. (...)
La imposición de las medidas de austeridad por la
dirección franco-alemana de la UE a los países en dificultades durante
la crisis fue el resultado de los criterios limitados adoptados para el
euro. No hubo una unión fiscal completa (armonización fiscal y
transferencia automática de ingresos a las economías nacionales con
déficit); no hubo inyecciones automáticas de crédito para cubrir la fuga
de capitales y los déficits comerciales (banca federal); y no hubo una
unión bancaria con regulaciones comunes, de manera que los bancos
débiles pudiesen ser ayudados por los más fuertes.
Estas condiciones
eran la norma en uniones federales completas como los Estados Unidos o
el Reino Unido. En cambio, en la zona euro, todo tenía que ser aceptado
mediante negociaciones tortuosas entre los estados del euro.
En esta ‘casa a medio construir’, el capital
franco-alemán no estaba dispuesto a pagar por los 'excesos' de los
Estados capitalistas más débiles. Todos los programas de rescate fueron acompañados de 'austeridad' para esos países
para que la población de los estados en dificultades pagase con
recortes en beneficios sociales, pensiones y en los salarios reales, y
devolviese los créditos (prácticamente en su totalidad) a sus acreedores
(los bancos de Francia, Alemania y el Reino Unido).
La deuda contraída
con los bancos franco-alemanes fue transferido a las instituciones
estatales de la UE y el FMI - en el caso de Grecia, probablemente, a perpetuidad.
El BCE, la Comisión Europea y los gobiernos de la zona
euro proclamaron que la austeridad era la única manera en que Europa
podía salir de la Gran Recesión. La austeridad en el gasto público
podría forzar la convergencia en las cuentas fiscales también (123118-euroeconomicanalyst semanal).
Pero el verdadero objetivo de la austeridad era lograr una fuerte caída
de los salarios y recortes de impuestos para las empresas y, por lo
tanto, aumentar la tasa de ganancia y la rentabilidad del capital.
De
hecho, después de una década de austeridad, muy poco se ha avanzado en
el cumplimiento de los objetivos fiscales (sobre todo en la reducción de
los coeficientes de deuda); y, más importante, en la reducción de los
desequilibrios dentro de la zona euro en relación con el coste de la
mano de obra o el comercio exterior para hacer que más ‘competitivos' a
los más débiles. (...)
Todas las economías capitalistas han logrado reducir
la participación del trabajo en el nuevo valor creado desde 2009. Los
trabajadores han pagado por esta crisis en todas partes. (...)
Una de las contribuciones más notables en la caída de
la participación del trabajo en el nuevo valor ha sido de la emigración.
Este fue uno de los criterios de convergencia AMO durante las crisis y
se ha convertido en un factor importante en la reducción de costes para
el sector capitalista en las economías más grandes como España (y otras más pequeñas como Irlanda).
Antes de la crisis, España fue una gran receptora de inmigrantes para
su mercado de trabajo: de América Latina, de Portugal y África del
Norte. Ahora hay una emigración neta incluso con estas zonas.
Los keynesianos culpan de la crisis en la zona euro a
la rigidez de la zona de moneda única y a las duras políticas de
austeridad impuestas por los dirigentes de la zona euro, como Alemania.
Pero la crisis del euro es sólo en parte resultado de las políticas de
austeridad.
La austeridad fue aplicada no sólo por las instituciones de
la UE, sino también por estados fuera de la zona euro, como el Reino
Unido. Las políticas keynesianas alternativas de estímulo fiscal y/o
devaluación, allí donde se han aplicado, han servido de poco para poner
fin a la crisis (...)
Los que defienden salir del euro como una solución a
la crisis de la Eurozona sostienen que recurrir a la devaluación
competitiva mejoraría las exportaciones, la producción, los salarios y
los beneficios. Pero supongamos que Italia saliese del euro y vuelve a
la lira mientras que Alemania mantiene el euro. En el supuesto de que
existen precios internacionales de producción, si Italia produce con un
nivel tecnológico inferior al utilizado por el productor alemán, hay una
transferencia de valor del productor italiano al productor alemán.
Ahora bien, si Italia devalúa su moneda a la mitad, el importador alemán
puede comprar el doble de las exportaciones de Italia, pero los
importadores italianos sólo pueden seguir comprando la mismo (o menos)
cantidad de exportaciones alemanas. Por supuesto, en términos de la
lira, no hay pérdida de beneficios, pero en términos de valor de la
producción internacionales (en euros), hay una pérdida. La caída de
valor de la tasa de ganancia queda oculta por la mejora de la tasa de
ganancia en dinero (lira).
En suma, si Italia devalúa su moneda, sus exportadores
puedan mejorar sus ventas y su tasa de ganancia en dinero. El empleo y
las inversiones en general también podrían mejorar por un tiempo. Pero
hay una pérdida de valor inherente a la devaluación competitiva.
La
inflación de los bienes de consumo importados conduciría a una caída de
los salarios reales. Y la tasa media de ganancia con el tiempo empeorará
con el peligro concomitante de una crisis interna en la inversión y la
producción. Tales son las consecuencias de la devaluación de la moneda.
Las fuerzas políticas que desean romper con el euro o
se niegan a unirse a él han crecido electoralmente en muchos países de
la zona euro. (...)
Y, sin embargo, el euro sigue siendo apoyado por la mayoría. (...) El 65% de los griegos siguen apoyando el euro. Lo que esto me dice es
que los trabajadores en la zona euro, hasta los estados más débiles,
creen que ‘estar fuera’ de la UE sería peor que estar dentro - y
probablemente tengan razón. (...)
En última instancia, si el euro va a sobrevivir en los
próximos 20 años es una cuestión política. ¿Seguirán los pueblos del
sur de Europa soportando más años de austeridad, creando una 'generación
perdida' de jóvenes en paro, como ya ha sucedido? En realidad, el
futuro del euro, probablemente, no lo decidirán los populistas en los
estados más débiles, sino la opinión de la mayoría de los estrategas del
capital en las economías más fuertes.
¿Los gobiernos del norte de
Europa decidirán, finalmente, abandonar a su suerte a Italia, España,
Grecia, etc y formar un 'NorEuro' fuerte con Alemania, Benelux y
Polonia? Ya esta en marcha una alianza informal de la 'Liga Hanseática'.
Los líderes y estrategas del capital de la UE
necesitan que el crecimiento económico vuelva rápidamente o son
probables más explosiones políticas. Pero a medida que nos adentramos en
el año 2019, las economías de la zona euro se están desacelerando (como
también en los EE.UU. y el Reino Unido). Puede que a no mucho tardar la
economía mundial caiga en otra recesión. Nadie apostaría entonces por
la supervivencia del euro." (Michael Roberts
, Sin Permiso, 05/01/2019)
Como alternativa a la salida del euro... europeseta electrónica:
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza, Juan José Santamaría y Juan Güell muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza, Juan José Santamaría y Juan Güell muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:
- Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html
- Para salir de la crisis sin salir del euro: España debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html
- Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815
Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:
- Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html
- Hay alternativas, incluso dentro del euro. Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/ mmmm
Más información en: 'Si Grecia, España, o Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html
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