"(...) Ahí está el meollo de la cuestión. Usted se anima a hacer
un viaje con quien tiene la querencia de robar carteras. No sólo le
advierte de que le va a robar, sino que tiene una larga trayectoria
familiar de delincuentes políticos y encima usted lo justifica por sus
creencias cleptómanas.
Lo sabe bien todo aquel que haya conocido a las
primeras figuras de la supuesta Esquerra Republicana. Desde Heribert
Barrera, masón y xenófobo, a sus herederos de rapiña en el oficio de
carteristas de Estado: Àngel Colom y Pilar Rahola, dos ejemplares de
revista del Paralelo, hasta Carod Rovira, un mediocre que nunca superó
su condición de hijo renegado de Guardia Civil y al que puso cátedra
universitaria sin mayor trámite La Caixa, por los servicios prestados,
imagino.
Para desembocar en el abad Oriol Junqueras,
que introduce un sesgo religioso, nacional católico, mesiánico, a una
organización inclinada al venero de las clases medias catalanista,
antaño laicas y enemigas del Estado y sobre todo de los Tributos.
En qué pueden deparar los pactos entre Sánchez y Esquerra Republicana
es algo tan aventurado de prever que cabe todo, siempre que se cumpla
una condición: que Pedro Sánchez gobierne y que Esquerra se vuelva
impune y por tanto se convierta en el principal negociador del
catalanismo insurrecto. Si Junqueras deviene el Pujol del Siglo XXI la
política transcurrirá por otros mecanismos.
En primer lugar, veremos el
advenimiento del abad Junqueras convertido en referente intelectual. No
se sorprendan. Jordi Pujol se movía en torno a ideas muy simples y sin
necesidad de referentes culturales, y ahí le tienen convertido en una
mezcla de El Padrino y Sumo Pontífice.
Como suele ocurrir en Cataluña, todos lo sabían, pero
nadie decía nada. Los Pujol eran, son, una mafia orientada por El
Padrino. Le han pillado un agujero tributario de 885.000 euros,
pero como se le aplica el principio de que los problemas políticos no
tienen soluciones judiciales, helo ahí, tan pancho. El delito ha
prescrito. ¿No hay algún intelectual de la pomada que ose describir lo
que supuso para la vida cultural catalana Jordi Pujol? Ni hay, ni se le
espera, porque las prendas de la familia se lavan en casa y en privado.
Ya empezó arrasando ideológicamente la Enciclopedia Catalana, a la que
sometió a un furor inquisitorial reaccionario. Saqueó Banca Catalana.
Usó fraudulentamente en beneficio de su familia y demás parientes
ideológicos las arcas de la Generalitat. Se ciscó en los partidos del
Gobierno central, dispuestos a todo con tal de mantenerse fielmente al
principio de “los problemas políticos no deben abordarse judicialmente”,
frase que de haber conocido Al Capone la hubiera enmarcado en su gabinete de organizador mafioso.
Metámonos
en la cabeza que entramos en un año nuevo para mentecatos a los que no
nos dan ni la opción de rechazar la mochila que nos echarán sobre la
espalda. Hay que tomar partido, pero no por compromiso, sino porque
presenciamos un terreno de juego entre dos equipos con los que no
compartimos nada y que nos producen arcadas; unos más exageradas que
otros, pero al fin y a la postre algo que no tenemos ninguna posibilidad
de rehuir. ¿Cómo escapamos de la bobería de Gibraltar, o de la fe del
abad Junqueras, o de la ambición patológica de Sánchez? (...)
Este Año Nuevo será desde su celebración el retrato de una sociedad que
se ha sumido en un grado de imbecilidad manifiesta. ¡Que ustedes lo
festejen bien!" (Gregorio Morán, Vox Populi, 28/12/19)
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