"(...) Creo que no deberíamos ceder el término “neoliberalismo” a la élite
salvaje que usa el poder estatal para redistribuir la riqueza de los que
tienen a los que no tienen.
¿Cómo esta “élite salvaje” se ha vuelto tan dominante en la conformación del orden global?
Las
primeras dos décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial fueron la
Era Dorada del capitalismo por una simple razón. El New Deal de Franklin
Roosevelt fue proyectado para el resto de Occidente bajo el sistema de
Bretton Woods. Fue un sistema notable, aunque imperfecto, una especie de
ilustración sin socialismo. Se establecieron estructuras de restricción
del capital financiero.
Los bancos no podían hacer lo que quisieran; y
esto es por lo que los bancos odiaron el sistema de Bretton Woods.
Recordemos que Roosevelt prohibió a los bancos asistir a la conferencia
de Bretton Woods y los sometió a controles de reservas y normas contra
el movimiento de dinero a través de las fronteras internacionales.
El
resultado del sistema de Bretton Woods fue una reducción notable de la
desigualdad junto con crecimiento estable, bajo desempleo e inflación
cercana a cero. El sistema se basaba en el estatus de Estados Unidos
como un país de plusvalía, reciclando riqueza a través de Europa y Japón
de diversas maneras.
Para el final de la década de 1960, sin embargo,
el sistema se Bretton Woods resultó insostenible. Los Estados Unidos
empezaron a incurrir en déficit comercial con Europa, Japón y después
China, al mismo tiempo que Wall Street, sin restricciones de barreras
regulatorias, atrajo la mayoría de los beneficios del resto del mundo.
Las
instituciones financieras, desatadas, comenzaron a crear lo que era
dinero privado. Mantener un influjo de 5 mil millones de dólares al día
durante unos cinco minutos era suficiente para repartirlo en derivados,
instrumentos de inversión opacos que contribuyeron a la crisis
financiera de 2008. Esta y otras formas de ingeniería financiera
produjeron grandes cantidades de dinero privado, el valor del cual, como
en el crack de 1929, finalmente cayó a manera de dominó.
Las
autoridades en Washington, Bruselas, París y Atenas transfirieron
inmediatamente las pérdidas resultantes a los contribuyentes, una forma
de socialismo para banqueros. Describí esta manipulación de nuestro
sistema financiero en mi libro El Minotauro global de 2009, seis años antes de que me convirtiera en Ministro de Finanzas griego.
Cuando
pase a ser ministro, creía que estábamos en una crisis global del
capitalismo. Imagina, entonces, mis andanzas en un encuentro del
Eurogrupo con todos los ministros de finanzas europeos en la sala, que
sabían que yo mantenía esta visión. Fui la bandera roja en los ojos de
la élite política.
Del mismo modo, el embajador alemán en Grecia, y uno
de los más poderosos (y más corruptos) banqueros griegos, alertó al
democráticamente electo Primer Ministro de que mi nombramiento como
Ministro de Finanzas llevaría a que cerraran los cajeros por todo el
país y al colapso del sistema bancario griego." (Yanis Varoufakis, Sin Permiso, 22/12/19)
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