"La tasa de desempleo oficial aporta, por supuesto, una información muy
relevante:
¿Cuántas personas en edad de trabajar y que buscan
activamente un empleo, lo consiguen? Mientras que el pensamiento
económico convencional sostiene que la moderación y la flexibilización
de los salarios (a la baja) permite aumentar el nivel de ocupación,
reduciendo sustancialmente o eliminando el desempleo, la realidad es
que, a pesar de vivir un largo periodo de represión salarial, se ha
mantenido, con importantes diferencias entre países, en cotas
relativamente elevadas. (...)
Pero, más en concreto, veamos cómo ha evolucionado la tasa de
desempleo en el conjunto de la Unión Europea (UE) y en España una vez
superada la recesión y recuperada la actividad económica (2014-2018).
Según Eurostat, el volumen de desempleo en la UE, como porcentaje de la
población económicamente activa, pasó del 10,2% en 2010 hasta el 7,3% en
2018. La misma evolución se registró en nuestra economía, que
acreditaba en este último año una tasa de desempleo del 15,3%, nueve
puntos porcentuales inferior a la de 2014.
Esto es lo que dice la tasa de desempleo oficial. Pero cabe otra
manera de calcular dicha tasa, que ofrece una información más completa y
realista. La tasa de desempleo “real”, además de la población en edad
de trabajar que ha buscado, sin obtenerlo, un empleo en las cuatro
semanas previas a la recogida de información, incluye:
a) las personas
que tienen un contrato a tiempo parcial y desearían tenerlo a tiempo
completo,
b) las personas que quieren trabajar, pero, según los
estándares estadísticos habituales, no buscan activamente un empleo, y
c) las personas que, buscando un empleo, no están inmediatamente
disponibles (por razones de estudio o enfermedad).
Estos dos últimos
grupos están encuadrados en las estadísticas oficiales como población
inactiva.
Con esta metodología, encontramos que las respectivas tasas de
desempleo, calculadas esta vez como porcentaje de la población con
edades comprendidas entre los 15 y los 64 años, son notablemente más
elevadas.
En el caso de la UE28, habría alcanzado en 2014 el 14,8%,
situándose en el 11,4% en 2018. Los datos de la economía española, mucho
peores, serían, respectivamente, del 28,1% y 19,7%.
Aplicando un
criterio similar, la Oficina Estadística de Estados Unidos, que ofrece
información de ambas tasas de desempleo, revela que el paro real duplica
el oficial.
Cuando todos los indicadores económicos apuntan en la dirección de
una nueva crisis y en un escenario de evidente desaceleración del ritmo
de crecimiento del Producto Interior Bruto, los muy altos niveles de
desempleo real, el que verdaderamente hay que tener en cuenta, son una
pésima noticia, que revela el fracaso de las políticas económicas
aplicadas hasta el momento, tanto por los gobiernos conservadores como
por los socialdemócratas.
El capitalismo no sólo es incapaz de ofrecer
puestos de trabajo suficientes y de calidad (decente, en la terminología
utilizada por la Organización Internacional del Trabajo), sino que el
desempleo y el infraempleo constituyen piezas básicas para presionar a
la baja sobre los salarios; devaluación salarial y acumulación
capitalista son las dos caras de la misma moneda." (Fernando Luengo, Otra Economía, 02/12/19)
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