"(...) Poca gente podría haber imaginado hace solo cuatro meses que, hoy, casi una tercera
parte de la población mundial estaría viviendo en condiciones de
confinamiento, incluidas las tres cuartas partes de la población que
viven en el mundo capitalista desarrollado.
Y lo que es también extraordinario es que, como consecuencia de la pandemia y de las medidas tomadas contra ella, la economía mundial está sufriendo una crisis sin precedentes.
Como resultado de todo ello, es más que probable que la cultura económica del mundo post-pandemia sea diferente a la del mundo actual.
Y uno de los cambios será (ya lo está siendo ahora) el gran descrédito de los dogmas que han orientado el pensamiento económico dominante en la época pre-pandemia –el neoliberalismo–,
y cuya aplicación a través de la imposición de las políticas públicas
(derivadas de tal dogma) está causando tanto sufrimiento.
Dicho dogma
(que continúa siendo dominante en los establishments político-mediáticos
de la Unión Europea) ha mantenido la tesis de que el éxito de
la actividad económica tenía que basarse en la austeridad del gasto
público social, conseguida a base de recortes que han dejado a los
países afectados por la pandemia sin los medios necesarios –como por
ejemplo sanitarios y de servicios sociales– para protegerse frente a
ella.
No es sorprendente que, en general, aquellos países donde
tales políticas neoliberales se han aplicado con mayor dureza sean hoy
también los países donde el daño causado por la pandemia está siendo
mayor. (...)
España, Italia y EEUU son claros ejemplos de ello. Son los
países que tienen mayores índices de mortalidad debido a la pandemia hoy
en el mundo, resultado en gran parte del debilitamiento de sus sectores
sanitarios y sociales (así como otros esenciales),
consecuencia del empobrecimiento del sector público y de la expansión
del privado como resultado de las políticas de recortes del gasto
público social llevadas a cabo por gobiernos conservadores, liberales y
socioliberales.
Es en estos tres países del mundo occidental
donde está habiendo más muertes por coronavirus (en parte, debido a la
gran escasez de respiradores) y donde hay un porcentaje mayor de
profesionales y trabajadores del sector sanitario que han sido
contagiados por el coronavirus, resultado de la escasez de material
protector. Los datos hablan por sí mismos.
Según datos de la Global Health Expenditure Database
(de la Organización Mundial de la Salud), entre 2009 y 2017 el gasto
público sanitario gubernamental como porcentaje del PIB descendió en
España de un 6,4% a un 5,9%, y en Italia de un 7% a un 6,5%, mientras
que en EEUU –punto de inspiración del modelo neoliberal– apenas creció
de un 4,2% a un 4,5%, con una cobertura sanitaria muy limitada, con casi
30 millones de estadounidenses sin protección sanitaria; por otro lado,
según datos de la OCDE, entre 2008 y 2016 España redujo sus camas
hospitalarias por cada 1.000 habitantes de 3,2 a 2,97, Italia de 3,79 a
3,17 y los Estados Unidos de 3,13 a 2,77. Aquí en Catalunya, los recortes del gasto público sanitario fueron de los más acentuados en España y en la UE-15.
Se
recortaron 1.500 millones de euros, y se eliminaron 1.100 camas
hospitalarias, reducciones que han afectado muy en particular a las
clases populares, todo ello mientras se reducían los impuestos de
sucesiones y de patrimonio para las clases de renta superior.
Los recortes más acentuados fueron los realizados por el gobierno de Convergència (partido neoliberal), hoy JxCat, siendo presidente de la Generalitat de Catalunya el Sr. Artur Mas y Consejero de Sanidad el Sr. Boi Ruiz,
presidente de la Patronal Sanitaria privada, cuyas primeras
declaraciones como máxima autoridad de la sanidad pública catalana
fueron animar a la población a que contratara un seguro de sanidad
privado. Toda esta realidad quedó ocultada por el llamado
"procés" independentista, dirigido por tal partido, cuyo apoyo procede
mayoritariamente de las clases de renta superior y media superior. (...)"
(Vicenç Navarro, Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas, Universitat
Pompeu Fabra; y Director del Hopkins- UPF Public Policy Center, Público, 03/04/20)
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