12.5.22

La idea de desobediencia selectiva de Mélenchon promueve una Europa a la carta, definiendo los ámbitos en los que los intereses nacionales pueden superar a los de la UE... ya no se aboga por el Frexit, pero si se fomenta políticamente la desobediencia en el pacto de estabilidad y crecimiento, en la competencia y en las orientaciones neoliberales de la política agrícola común... y el Partido Socialista francés (PS) está dispuesto a “no respetar ciertas reglas” de la Unión Europea, según el programa conjunto... o sea, la voluntad popular de los franceses, expresada en las urnas, no puede ser anulada por las leyes de la UE... o sea, un Frexit, pero sigiloso... cousas veredes...

 "La desobediencia y la izquierda francesa.

Después de los Verdes, los comunistas se unieron a la nueva alianza de la izquierda bajo el liderazgo de Jean-Luc Mélenchon. En el aspecto programático, aceptaron la mayor parte del programa de Mélenchon y se limitaron a excluir el único punto en el que no están de acuerdo: el fin de la energía nuclear. 

Los Verdes optaron por una táctica diferente en sus puntos controvertidos, Europa en particular, buscando garantías para definir lo que la nueva alianza puede y no puede hacer en política europea. Ambos temas acabarán saliendo a la luz, y pondrán a prueba la coherencia de los partidos dentro de esta nueva alianza.

La idea de desobediencia selectiva de Mélenchon abre un nuevo cisma, promoviendo una Europa a la carta en la izquierda, definiendo los ámbitos en los que los intereses nacionales pueden superar a los de la UE.

El documento conjunto entre La France Insoumise (LFI) de Mélenchon, y los Verdes afirma que la alianza tendrá que estar dispuesta a desobedecer ciertas normas europeas para poder aplicar su programa, de acuerdo con el mandato que le han confiado los votantes. Esto está sujeto a una serie de condiciones establecidas en el texto: Como miembro fundador de la UE, Francia no puede adoptar una política que tenga como objetivo ni la salida de la Unión, ni su desintegración, ni el fin de la moneda única. 

El comunicado precisa a continuación que la desobediencia es concebible en determinados ámbitos políticos de la UE, como el pacto de estabilidad y crecimiento, la competencia y las orientaciones neoliberales de la política agrícola común. Esto sólo puede hacerse de acuerdo con el Estado de Derecho, asegura.

Entonces, ¿cómo es posible que esto funcione? ¿Cómo puede ser que desafiar el pacto de estabilidad y crecimiento sea conforme al Estado de Derecho? ¿Cómo puede la alianza ser desobediente y obediente? Lo que nos dice esta redacción es que ambas partes pueden irse a casa y argumentar que han salvado sus posiciones, mientras que las dos siguen siendo irreconciliables. Sí, LFI ya no aboga por el Frexit, pero si se fomenta políticamente la desobediencia en una Unión Europea construida sobre el Estado de Derecho, esto acaba por derribar la casa.

También sugiere que Europa volverá a ser un tema de división para la izquierda. El acuerdo concreto sobre cómo ser europeo y de izquierdas en Francia aún no ha surgido bajo esta nueva alianza.

Para la mayoría de Emmanuel Macron, será el punto de ataque durante esta campaña. Los socialistas están divididos internamente sobre si el futuro es demasiado rupturista. Si aceptaran unirse a la alianza bajo el liderazgo de LFI, esperen un éxodo de aquellos que no pueden reconciliarse con este nuevo rumbo."          
          (Wolfgang Münchau , Eurointelligence, 04/05/22)

 

 "El socialismo francés vive un terremoto al pactar con Mélenchon que no respetará “ciertas reglas” de la UE.

 El Partido Socialista francés (PS) está dispuesto a “no respetar ciertas reglas” de la Unión Europea, según el programa conjunto acordado el miércoles con La Francia Insumisa (LFI), el partido euroescéptico de Jean-Luc Mélenchon. El acuerdo para las elecciones legislativas de junio supone un terremoto para un partido europeísta como el PS, ya muy debilitado tras el hundimiento en las presidenciales de abril.

Si Mélenchon consiguiera la mayoría en las legislativas de junio, convirtiéndose en primer ministro con este programa y con el apoyo socialista, Francia se sumaría a la nómina de países que, como Hungría y Polonia, están poniendo en tensión el proyecto común europeo.

El acuerdo elude las diferencias sobre la OTAN: los socialistas son atlantistas, los insumisos quiere salirse. Y es lógico: aun en caso de un Gobierno encabezado por Mélenchon, la política internacional sería “terreno reservado” para el presidente, Emmanuel Macron, que es atlantista y europeísta.

Las diferencias, abismales hasta ahora, entre la política europea del PS y la de LFI, eran el principal escollo para el acuerdo, al que también se han sumado ecologistas y comunistas y que el jueves se someterá al voto del Consejo Nacional de los socialistas. Todo el debate se centraba en la palabra “desobediencia”, fundamental en el vocabulario de Mélenchon cuando se refiere a la UE.

En su programa para las presidenciales, Mélenchon planteaba un plan A y un plan B. El plan A: “Propondremos a los Estados y a los pueblos europeos la ruptura concertada con los tratados actuales”. El plan B entra en juego si los socios de la UE no aceptan esa ruptura: “Aplicaremos en todos los casos inmediatamente nuestro programa a nivel nacional, asumiendo la confrontación con las instituciones europeas (...). Desobedeceremos, cada vez que sea necesario, las reglas que representen un bloqueo”.

Los ecologistas y los comunistas, que cerraron sendos acuerdos con LFI a principios de la semana, aceptaron incluir la palabra “desobediencia” en el comunicado común. Los socialistas plantearon más problemas.

Es cierto que siempre ha habido una corriente soberanista en el Partido Socialista, que, por ejemplo, mantuvo un intenso debate interno durante el referéndum sobre el tratado constitucional de la UE en 2005. Pero también es el partido de François Mitterrand, impulsor con el canciller Helmut Kohl de la reconciliación franco-alemana y del mercado común. Y es el partido de Jacques Delors, patriarca de la Europa unida. La decisión de participar en un proyecto conjunto bajo la tutela de un dirigente euroescéptico como Mélenchon —y no en una posición hegemónica como en acuerdos precedentes, sino subordinada— no era menor.

La solución es una alambicada formulación que evita a los socialistas asumir el término “desobediencia”, pero que acaba diciendo algo similar. “Por nuestras historias”, se lee en el comunicado, “unos hablamos de desobedecer, otros de derogar de manera transitoria, pero apuntamos al mismo objetivo: ser capaces de aplicar plenamente el programa compartido de gobierno y respetar así el mandato que nos habrán dado los franceses”.

 Socialistas e insumisos continúan: “La puesta en marcha de nuestro programa compartido conducirá necesariamente a tensiones, a constatar contradicciones. Hará falta superar estos bloqueos y estar dispuestos a no respetar ciertas reglas mientras trabajemos para transformarlas”.

El documento se refiere, en concreto, a las reglas “económicas, sociales y presupuestarias”. Y cita el pacto de estabilidad y de crecimiento, que ya está en proceso de renegociación en la UE. También el derecho de competencia. Y lo que denomina “las orientaciones productivistas y neoliberales de la política agraria común”. Francia es el primer beneficiario en la UE de la Política Agraria Común (PAC).

El acuerdo entre socialistas y mélenchonistas insiste en que no es excepcional “desobedecer”, “derogar transitoriamente” o “no respetar” las reglas comunes. “No seremos ni los primeros ni los últimos en hacerlo, ni en Francia ni en Europa”, dice el texto. Cita, entre otros países, a “España con el precio de la energía”, un caso en el que las derogaciones se han negociado y pactado laboriosamente con Bruselas. Y añade: “Lo haremos en el respeto del Estado de derecho y combatiendo firmemente los ataques contra las libertades fundamentales de los Gobiernos de extrema derecha húngaro y polaco”.

Los firmantes quieren marcar distancias con países como Polonia o Hungría, que tienen encontronazos continuos con Bruselas y los socios de la UE por considerar que el derecho nacional prevalece sobre el comunitario. Este era, también, un argumento de Marine Le Pen, candidata de extrema derecha en las presidenciales de abril, para prometer no la salida directa de la UE, sino una reforma desde dentro que acabase convirtiendo el club en lo que llamaba una alianza de naciones europeas.

Un Frexit —salida de Francia de la UE— no inmediato, sino a medio plazo podría ser una consecuencia futura de aplicarse al pie de la letra el programa presidencial de Mélenchon (y el de Le Pen). El acuerdo disipa esta posibilidad.

“El Gobierno que formaremos no podrá tener como política la salida de la Unión, ni su desagregación, ni el fin de la moneda única”, afirman los partidos. “Nuestro objetivo será arrastrar a otros Estados con nosotros, con el fin de contribuir como gobierno a reorientar las políticas europeas y a modificar de manera duradera las reglas y los tratados europeos incompatibles con nuestra ambición social y ecológica legitimada por el pueblo”.

Hay un argumento soberanista detrás del acuerdo: la idea de que la voluntad popular de los franceses, expresada en las urnas, no puede ser anulada por las leyes de la UE. Y hay otro argumento que podría calificarse de progresista: algunas reglas europeas, “y no menores, no están adaptadas a los imperativos de la urgencia económica y social”. Toda la cuestión es cómo se cambian las reglas: si de forma unilateral —desobedeciéndolas, o ignorándolas— o por la negociación: el viejo y eficaz método europeo de toda la vida."         (Marc Bassets , El País, 05/05/22)

 

Para luchar contra las epidemias y como alternativa a la salida del euro de los países del Sur, o como salida de emergencia ante la (más probable) ruptura de la UE por parte de los países del Norte (o de la Francia de Mélenchon)... hay que conseguir la soberanía financiera... implantando una moneda digital paralela de circulación interna, en paridad 1:1 con el euro (¿europeseta electrónica?), en España: 

La propuesta de Garzón, basada en el Trabajo Garantizado:

Cómo aplicar el Trabajo Garantizado en ayuntamientos y autonomías... financiándolo con créditos fiscales municipales

Para Ecuador:

Hacia una "moneda electrónica paralela" para afrontar la crisis... en Ecuador (o en España) ¿Por qué y cómo hacerlo?

Para conseguir un monopolio financiero mundial, Facebook propone su propia moneda digital... LIBRA

Otras propuestas: 


Susana Martín Belmonte propone una 'coronamoneda' digital para potenciar la renta de cuarentena... una renta vehiculada a través de una moneda ciudadana digital descargable de una app y con respaldo del Banco de España.
Enlace: http://ojeandoelestadodelpais.blogspot.com/2020/04/coronamoneda-digital-para-potenciar-la.html 

El prometedor dinero fiscal

Emitir 'GREUROS'. Entre la salida del Euro, y la aceptación de la austeridad de la Troika, existe una tercera vía que se basa en la recuperación parcial de la soberanía monetaria

Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (la sitúa en el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.


Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )

Los artículos de Juan José R. Calaza, Juan José Santamaría y Juan Güell muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:

- Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html


- Para salir de la crisis sin salir del euro: España debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html

- Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815

Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:

-Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html

- Hay alternativas, incluso dentro del euro. Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/ mmmm

Más información en:
 
 
 
 'Si Grecia, España, o Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html

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