30.1.23

La libertad y el derecho a decidir en el capitalismo. Que dones un riñón para dar de comer a tus hijos: Nueva York ha dado el paso

 "El pasado 29 de diciembre, la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, promulgó la llamada Ley de Apoyo a Donantes Vivos del Estado de Nueva York, el primer programa en los Estados Unidos que permite a las personas recibir un reembolso por los costos de las donaciones de riñón e hígado.

Pagar dinero a los donantes vivos de órganos en concepto de lo que sea, pero de una manera oficial, con el fin de animarlos a afrontar el proceso de donación y aumentar así las posibilidades de acceso al trasplante, es algo que está sobre la mesa desde hace bastante tiempo. No es un invento occidental. En 1988, la República Islámica de Irán, tras ver asolado su sistema de trasplantes con la revolución de los ayatolas en 1979, creó lo que se conoce como “modelo iraní”, una vía alternativa que cambió por completo la situación. Básicamente, el enfermo con indicación de trasplante renal se envía a una ONG controlada por el Estado, que le pone en contacto con una persona sana de sus características, que acepta la donación de uno de sus riñones a cambio de una cantidad de dinero que oscila entre 2.000 y 5.000 dólares, que paga el Ministerio de Salud, a los que puede sumarse otra cantidad variable que costea directamente el enfermo. 

 El Estado designa los hospitales trasplantadores, cubre un chequeo al donante, los gastos de la intervención y un seguimiento médico del que carece la mayoría de la población iraní, para tratar posibles complicaciones. (...)

Esta experiencia, aunque en un contexto cultural que nada tiene que ver con el occidental, ha estado durante todo este siglo en la base de numerosos movimientos neoliberales norteamericanos, que abogan por el establecimiento de incentivos económicos para los donantes vivos y en algunas versiones también para las familias de los donantes fallecidos. El objetivo final sería la creación de un mercado mundial regulado de trasplantes, algo desarrollado sobre todo por los integrantes de la escuela de Chicago, con Alvin Roth, premio nobel de economía 2012, a la cabeza

 Lo cierto es que, tanto al otro lado del Atlántico como en diversas partes del mundo, estas teorías ganan cada día más adeptos para solucionar el problema de la escasez de órganos, lo que no es extraño porque, entre otras cosas, la idea es muy simple y teóricamente reduce todo el trabajo de desarrollar un sistema estructurado de donación de órganos a un tema estrictamente económico (...) porque en el mundo hay mucha gente necesitada y dispuesta a ceder un riñón o un fragmento de hígado a cambio de un cierto precio.

 Pero estos planteamientos tienen sus problemas, aparte de las evidentes consideraciones éticas de vender un órgano. Si se paga por ceder un riñón en vivo, ¿por qué otros iban a seguir haciéndolo de forma altruista con sus órganos o los de sus familiares fallecidos? Todo el sistema de donación y trasplantes, del que dependen otros muchos órganos como el corazón o los pulmones que no se obtienen en vivo, tendría que ser reconsiderado y no está nada claro que para bien.(...)

 Por supuesto, la ley neoyorquina no plantea que el dinero destinado al donante sea un pago sin más, sino un reembolso de los gastos derivados del proceso de trasplante de riñón o hígado con una serie de condicionantes. Tanto el donante como el receptor tienen que ser residentes en el estado de Nueva York, el tiempo justificado de pérdida de ingresos será como máximo de 8 semanas y el donante no podrá tener ingresos superiores a 125.000 $/año. En las referencias de prensa se alude a una cantidad de 10.000 $ para compensar al donante (que no figura explícitamente en el texto de la ley), aunque el tope en los gastos a justificar se fija en 14.000 $, cantidad en todo caso sensiblemente superior a la financiada por el Estado iraní en su modelo de compraventa. (...)

La ley impulsada por el senador de origen puertorriqueño Gustavo Rivera ha sido recibida localmente de manera muy positiva como una forma de afrontar la escasez de órganos que, en Nueva York, uno de los últimos estados USA en donaciones, condiciona unos tiempos de espera para un riñón entre 5 y 7 años (1-1,5 años en España). Ya se oyen voces, sobre todo, de las asociaciones de enfermos para extender esta medida a todo el país y lo malo es que caben pocas dudas de que serán latinos y afroamericanos las etnias que van a integrar mayoritariamente el grupo de los donantes retribuidos. (...)"                       (Dr. Rafael Matesanz  , Alimente, 25/01/2023)

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