Se pone así en marcha el sistema de los subprimes, créditos hipotecarios de alto riesgo y de tasa variable concedidos a familias económicamente muy frágiles. Pero cuando, en 2005,
La amenaza de insolvencia de cerca de tres millones de hogares, endeudados en unos 200.000 millones de euros, provoca la quiebra de importantes establecimientos de crédito estadounidenses. Para protegerse contra ese riesgo, éstos habían vendido una parte de sus hipotecas dudosas a otros bancos que los habían cedido a fondos de inversión especulativos los cuales, a su vez, los habían diseminado por bancos del mundo entero. (…)
Resultado: como una fulgurante epidemia, la crisis se ha extendido al conjunto del sistema bancario. (…)
No se conoce todavía la amplitud exacta del desastre. Desde agosto de 2007, los bancos centrales norteamericano, europeo, británico, suizo y japonés han inyectado a la economía centenares de miles de millones de euros. Sin conseguir restablecer la confianza.
La crisis se propagará, con seguridad, de la economía financiera a la economía real.”
(3) Leer: Crises financièresà repetition: quelles explications ? Fondation Res Publica, París, 2008.
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