“Europa envía ilegalmente parte de sus desechos a los países pobres. Electrodomésticos y materiales peligrosos entran sin control en Asia y África.
La basura se ha convertido en un negocio para los países ricos. Para los pobres, supone una forma rápida de ganar dinero a base de reciclarla, o bien de acceder a materias primas de las que carecen. Esta impecable ecuación presenta un agujero cada vez más negro en Europa, donde el 15% del transporte de residuos, a veces con destinos tan lejanos como Asia y África, quebranta las normas comunitarias. En un 6% de los casos, los cargamentos son del todo ilegales. (…)
Desde que el barco Probo Koala abandonara hace dos años en Costa de Marfil una carga tóxica que causó 16 muertos y miles de envenenados, los inspectores medioambientales de
Un ejemplo de esa dificultad fue el caso de un contenedor hallado en el puerto de Rotterdam lleno de botellas de plástico usadas. Con destino a Hong Kong para transformarse en botellas nuevas, la documentación parecía en regla, pero un buen repaso mostró la presencia de un papel adherido al recipiente de difícil reciclaje y que no había sido notificado. O bien unas neveras usadas con destino a India, que tenían intacto el motor con el líquido refrigerante dentro, el denominado clorofluorocarbono (CFC). Un electrodoméstico así no puede enviarse a países en desarrollo sin medios para tratar un producto que destruye la capa de ozono.” (El País, ed. Galicia, Sociedad, 28/06/2008, p. 40)
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