“Cualquier explicación de la tendencia alcista en el mercado del petróleo requiere considerar variables fundamentales, es decir, condiciones de oferta y de demanda física del petróleo, y también variables financieras. Las variables explicativas son conocidas: en primer lugar, la solidez de la demanda en entornos de precios altos; en segundo lugar, la falta de respuesta de la oferta, en términos de aumentos de producción, tanto en el corto como en el medio plazo; y en tercer lugar, los problemas de producción y de capacidad de
En lo que a respuesta de la oferta se refiere, continúan las sorpresas negativas en los países no pertenecientes a
Pero es que, además, la inversión financiera está jugando un papel cada vez más importante en el juego de los precios. Desde julio de 2007 ha descendido la rentabilidad de las inversiones reales y financieras tradicionales, ha crecido la percepción de los riesgos inflacionistas y el crédito ha sufrido una restricción drástica. Esto se ha traducido en que, según algunas estimaciones, durante el primer trimestre de 2008 el aumento de la inversión financiera en materias primas haya crecido tanto como en todo el año 2007. Hay cálculos que apuntan a que los fondos invertidos en contratos de futuros de materias primas han pasado desde los 75 millones de dólares en 2006 a unos 250.000 millones en 2008. (…)
el precio del crudo estará en tendencia alcista mientras que la demanda crezca más que la oferta. Dado que la producción no OPEP en el último período no ha aumentado más de 500.000 barriles / día y la demanda crece a un ritmo de un millón de barriles / día, incluso con precios de 100 dólares o más por barril, se necesitan precios aún más altos para que se modere la demanda.
Existen cálculos según los cuales para que los aumentos de demanda no sobrepasen la barrera de los 500.000 barriles / día serían necesarios precios claramente por encima de los actuales y muy próximos a los 175 dólares por barril. “ (PEDRO ANTONIO MERINO GARCÍA: Un mundo sediento de petróleo. El País, ed. Galicia, Opinión, 02/07/2008, p. 29)
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