"Bernanke, un experto en crisis financieras, puso en marcha ayer una dramática inyección de 800.000 millones de dólares (unos 615.000 millones de euros) en la economía para animar el crédito a las familias y a las pequeñas y medianas empresas.
Las medidas de ayer exceden en cuantía a los 700.000 millones de dólares (unos 540.000 millones de euros al cambio actual) del plan de rescate del sector financiero lanzado inicialmente por Henry Paulson, el secretario del Tesoro. (...)
Hay una gran diferencia entre ambos planes. Mientras que el de Paulson se financiaba en última instancia con cargo al contribuyente mediante la emisión de deuda pública, en el anunciado ayer la Fed se limita básicamente a dar a la máquina de hacer dinero. Eso sí, a toda velocidad. (...)
Fuentes del Gobierno rechazan que el objetivo sea aumentar la base monetaria al modo en que Japón combatió la deflación la pasada década y que de lo que se trata es de engrasar la economía. Pero los riesgos que en 2002 Bernanke calificaba de remotos son ahora palpables. La economía se viene abajo por la crisis financiera y la falta de crédito, los precios frenan en seco y la munición de las bajadas de tipos de interés (ya en el 1%) está prácticamente agotada. (...)
Además de los 700.000 millones de dólares del plan Paulson, las autoridades estadounidenses han movilizado de una u otra manera más de siete billones de dólares entre avales, garantías y compra de pagarés empresariales." (El País, ed. Galicia, Economía, 26/11/2008, p. 20)
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