La automoción es la columna vertebral de la industria española. Aporta el 8,4% del PIB, el 7% del empleo industrial y el 26% de las exportaciones. Las 18 plantas que tienen los 11 fabricantes en suelo español emplean a 70.000 trabajadores y las empresas proveedoras, a más de 245.000. (...)
Las ventas de automóviles se han frenado en seco. En octubre descendieron un 40%, la tercera mayor caída de la historia, y la patronal de los fabricantes, Anfac, prevé cerrar el año con un retroceso superior al del 25%; esto es, 400.000 coches menos que en 2007. (...)
Lo que más asusta es la velocidad con que se suceden las malas noticias entre los proveedores. El jueves pasado, se contabilizaban en España medio centenar de expedientes de regulación de empleo (ERE), entre extinciones y suspensiones temporales, para 9.000 trabajadores; 24 horas después, más de 60 casos, y el número de damnificados se elevaba a 14.000. Algunas pymes han echado el cierre.
Los concesionarios acusan directamente a los fabricantes de haber hinchado una burbuja automovilística similar a la inmobiliaria. "Han producido más de lo que necesitaban y los coches se estocaban. En el momento que ha fallado la financiación para los clientes, la burbuja ha explotado", explica Antonio Romero-Haupold, presidente de Faconauto, que prevé la destrucción de 20.000 empleos.
El futuro de España como fábrica de automóviles está, hoy,más en el aire que nunca." (El País, ed. Galicia, Economía, 25/11/2008, p. 20/1)
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