Lamentablemente, uno tiene la impresión de que el dictamen del Consejo no será relevante, sino los sentimientos declarados del presidente del Gobierno y los fundamentos de un estudio de la Fundación Ideas, del PSOE, que ha sido hecho público hace pocas semanas y que está redactada con toda evidencia por Greenpeace y por un conocido militante antinuclear.
Ante este informe, se me ocurren algunas cosas que me parecen razonables. (...)
2. El problema es, primero, de seguridad, y sólo es responsable al respecto el Consejo de Seguridad Nuclear, del que fui presidente durante siete años y de cuya competencia no duda nadie en el mundo nuclear. Desde luego me parece audaz que Greenpeace o el señor Coderch se erijan en vigilantes oficiales de la seguridad. (...)5. Pero cualquiera que sea el coste del kilovatio nuclear en una central nueva, en una amortizada sería realmente bajo: en la prolongación de su producción se obtendrían miles de millones de euros extra. (...)
Es inadmisible que una política de izquierdas pueda despreciar la enorme cantidad de dinero que representa, en condiciones de seguridad, la prolongación de la vida de las centrales existentes. Esa suma es incierta pues depende del precio futuro del petróleo pero podrá llegar a cifras de más del 50.000 millones de euros, que no deberían ser un beneficio extra de las empresas, sino, por ejemplo, ayudar a financiar el desarrollo de las energías renovables. Éstas no llegarán a avanzar sin grandes recursos de I+D, aunque no creo que pueda conseguirse en 2050 el 100% de renovables en la generación eléctrica, como pretende el informe de Ideas, recogiendo un viejo eslogan de Greenpeace. No parece de recibo y desde luego no es progresista, en la triste coyuntura económica actual, que se quemen, como papel de fumar, miles de millones, por la presión de unos pocos creyentes que pretenden satisfacer sus prejuicios. Pero tampoco lo sería que se les proporcionase a las eléctricas unos enormes beneficios regulatorios sobrevenidos, prolongando la vida de las nucleares, sin imponer a cambio condicionantes que redunden en el interés general.
6. El mantenimiento de la producción eléctrica nuclear permite reducir la emisión de CO2 a la atmósfera, mientras se van extendiendo las energías renovables en condiciones económicas aceptables." (JUAN MANUEL KINDELÁN: No es cuestión de sentimientos. El País, ed. Galicia, Sociedad, 10/04/2009, p. 38)
Enlace al Informe de la Fundación Ideas sobre el modelo energético español, citado por Kindelán:
http://www.fundacionideas.es/documentos/default.asp
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