Esto no ha acabado aún. Después de que Alemania haya vacilado varias semanas, aun así cruciales para el rescate, antes de decidirse, ciertos países europeos, como por ejemplo Eslovaquia, ya declaran que no aportarán lo que han prometido si no tienen la certeza de que el Gobierno griego actúa con dureza.
En realidad, la Europa de Bruselas y del Banco Central ha elegido salir de la crisis con la recesión, el desempleo, la deflación salarial y no con la recuperación, la puesta en marcha de una estrategia keynesiana de creación masiva de empleos y de una política europea solidaria de crecimiento compartido.
Lo que se quiere perpetuar para satisfacer a los especuladores es un pacto de estabilidad responsable del desempleo endémico en Europa; es la falta de coordinación económica entre los miembros de la zona euro, dejando las manos libres al Banco Central; es la ausencia de política fiscal común; es, por último, el aumento de las diferencias de desarrollo entre los países de la zona euro.
¿Creemos seriamente que los países que no han podido colmar sus diferencias de convergencia con los países más ricos, a pesar de 25 años de transferencias de fondos de cohesión y ayudas de todo tipo, podrán lograrlo ahora, en época de vacas flacas? ¿Y cuánto tiempo llevará esto? " (SAMI NAÏR: La victoria de los mercados financieros. El País, ed. Galicia, intrnacional, 08/05/2010, p. 10)
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