29.6.10

'La deflación de deuda'

"Aquellos que ahora no valoran las consecuencias sociales y políticas de una recesión y de un paro prolongado están jugando con fuego. Es decir, están jugando con el euro y con la propia unión política europea. (...)

¿Por qué nuestras autoridades no toman en consideración ese riesgo? Probablemente por tres razones.

Primera, no valoran el efecto de la austeridad sobre la incertidumbre de la gente ante el futuro. (...)

Segunda, confunden esta recesión con otras previas. (...)

Tercera, no toman en consideración la situación de "deflación de deuda" que acompaña a esta crisis y que, por sí sola, acentúa las tendencias recesivas. Imagine que usted compró un piso por 300.000 euros y que lo financió con un crédito por el mismo importe. Aunque está endeudado, su balance está equilibrado. Imagine (no hace falta demasiado esfuerzo) que surge de repente una fuerte crisis y los precios de esos activos se desploman un 30%.

Ahora el valor de su piso es de 210.000 euros, pero la deuda se ha quedado colgada en 300.000 euros. Técnicamente está quebrado. Alguna inquietud le producirá, y seguramente usted ante la incertidumbre disminuirá su consumo para hacer frente a contingencias imprevistas. La cosa se puede complicar cuando la caída de precios (deflación) aumenta el valor real de la deuda, dado que ahora tendrá que hacer un mayor esfuerzo para pagarla.

Los bancos europeos, y en particular los de aquellos países donde la burbuja inmobiliaria fue mayor, están viviendo con especial intensidad las consecuencias de la deflación de deuda. Los descapitaliza, y esto les lleva a embalsar la liquidez que les suministra el BCE y restringir el crédito, especialmente el minorista." (ANTÓN COSTAS: Jugando con fuego. El País, Negocios, 13/06/2010, p. 21)

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