1.9.10

“El problema de Alemania es que vive muy por debajo de sus posibilidades”...

"Uno de ellos es que el incremento del crecimiento económico alemán tiene poco que ver con las políticas de austeridad alemanas, pues la causa de este crecimiento se debe a otras razones, incluyendo el rápido descenso del valor del euro, que ha facilitado el aumento de las exportaciones alemanas, sobre todo a China y a EE.UU., que durante estos años de crisis han tenido mayor crecimiento económico que Alemania, consecuencia, por cierto, del estímulo económico que estos países han aplicado a sus economías. Alemania es el mayor exportador del mundo y las exportaciones (y no la demanda doméstica) son el motor de aquella economía.

En realidad, los salarios (la mayor fuerza motriz de la demanda doméstica) han permanecido estancados desde hace ya muchos años en Alemania, situación que ha sido denunciada no sólo por los sindicatos y la izquierda alemana, sino también por la Ministra de Economía del gobierno Sarkozy, Christine Lagarde, pues tal estancamiento de la demanda doméstica está detrás de la falta de recuperación de la economía de la Eurozona, dado que la falta de un incremento de la demanda doméstica en Alemania explica una paralización de las importaciones alemanas de los productos producidos en los otros países de la Eurozona.

En realidad, la enorme concentración de euros en Alemania (que la banca alemana ha prestado a los bancos del sur de Europa y ha utilizado también para comprar la deuda pública de aquellos países) se basa en esta situación: Alemania exporta mucho e importa poco y paga a sus trabajadores mucho menos de lo que estos producen. De ahí, que como bien decía el corresponsal de The New York Times, en Alemania, el “milagro exportador” en Alemania se ha basado en los sacrificios de la clase trabajadora alemana (14.08.10).

Acentuando este estancamiento de los salarios, Alemania ha sufrido políticas de austeridad de gasto público (incluyendo social) desde la época del gobierno Schroeder (1998-2005), resultado del descenso de los ingresos al estado, consecuencia de una reducción de los impuestos de sociedades y de las rentas superiores, políticas seguida más tarde, también, por Angela Merkel.

Los impuestos sobre el capital disminuyeron ni más ni menos que 21 puntos y el nivel de grabación de las rentas superiores se redujo 9,5 puntos. Si Alemania hubiera mantenido los niveles de imposición fiscal de 1998, su Estado habría recaudado 75.000 millones de euros más por año que los recaudados en 2009, una cantidad casi idéntica al déficit que Merkel quiere reducir a base de políticas de austeridad.

Estas políticas determinaron que el crecimiento de la productividad beneficiase enormemente a las rentas del capital a costa de las rentas del trabajo. Lo cual quiere decir que había, y continúa habiendo, un problema grave de falta de crecimiento de la demanda interna. Como dijo Peter Bofinger del Consejo Económico Alemán, “el problema de Alemania es que vive muy por debajo de sus posibilidades”. Por cierto, una situación muy semejante ha estado ocurriendo en España." (Vicenç Navarro, 'El espejismo económico alemán', en vnavarro.org, Publicado en Público el 19/08/2009)

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