14.3.11

El día que el Banco de España se doblegó. El supervisor cedió a la presión política y no actuó para frenar la catástrofe inmobiliaria

"Nunca como ahora el futuro de la economía española ha estado tan pendiente de las cajas de ahorros.(...)

Cajas y bancos tienen unos 150.000 millones en activos potencialmente problemáticos en el ladrillo, es decir, cerca del 15% del PIB, incluidos los inmuebles adjudicados y los créditos por más de 65.000 millones, de los que cerca de la mitad están en suelo. (...)

El miedo de los inversores -y del Ejecutivo- es que, como en Irlanda, el sector financiero arrastre al Estado. (...)

Ante esa situación, ¿qué parte de la culpa es del Banco de España? (...)

La primera cuestión es saber si el supervisor advirtió a tiempo de la bomba de ladrillo que se le venía encima. No hay duda: el Banco de España lo vio. Es más, lo advirtió: "La magnitud de la sobrevaloración podría llegar al 20%" (...)

Se trata de una conclusión publicada en septiembre de 2003 por el Boletín Económico del Banco de España y recogida en primera página de algunos medios. La tajante afirmación causó incluso sorpresa al propio ministro de Economía, por entonces Rodrigo Rato, quien pidió explicaciones a su gobernador, Jaime Caruana. (...)

Rato zanjó la polémica: "No creo que estemos ante una situación de burbuja. Los propios datos del Banco de España fijan un exceso de precios de la vivienda, pero que no se pueden entender como una burbuja como la que vivimos con los valores tecnológicos en 2000" (...)

Emilio Botín, presidente del Banco Santander, reafirmó al ministro: "No hay burbuja, y en este sentido el informe del Banco de España, que yo he leído a fondo, no ha sido bien interpretado". (...)

Jaime Caruana (Valencia, 1952), responsable de la institución entre 2000 y 2006, y Miguel Fernández Ordóñez (Madrid, 1945), desde junio de 2006 hasta ahora, fueron supervisores y controladores del sistema financiero durante la burbuja inmobiliaria y la posterior crisis de las cajas. (...)

¿midieron los riesgos reales de la economía y del sistema financiero? ¿Atajaron las desviaciones? ¿Qué medidas podían haber tomado? (...)

"Es imposible ser ajeno al Gobierno de turno, y más cuando la banca se convierte en un lobby tan poderoso como el actual, que tiene interlocución directa en La Moncloa". (...)

El BCE, al que el Banco de España había cedido la política monetaria y con ella gran parte de su poder tras el nacimiento de la moneda única, mantuvo bajos los tipos de interés para favorecer la recuperación de Alemania, entre otros. (...)

Pero las entidades tenían que darle una vuelta al negocio porque los tipos de interés bajos no permitían obtener rentabilidades altas.

Los banqueros encontraron la solución por tres caminos: los productos complejos y tramposos, luego llamados vehículos o hipotecas basura, (que no se hicieron en España); el crecimiento desmesurado en oficinas y balances, con lo que multiplicaron el volumen de negocio gracias al ladrillo, y, en tercer lugar, las grandes inversiones en participaciones industriales, que parecían un maná de infinita rentabilidad en Bolsa.

Las cajas de ahorros iniciaron su camino en la banca de empresas, pero, como recuerda José María Martínez, máximo responsable de banca en Comisiones Obreras (CCOO), "fue la puerta de entrada al mundo de las promotoras y las constructoras más que a otro tipo de actividades empresariales. Su peor decisión". (...)

El sector inmobiliario encajó como anillo al dedo de un sector financiero deseoso de crecer a toda costa. Fue su colaboración en la creación de un gigante con pies de ladrillo: el suelo se revalorizó un 500% entre 1997 y 2007. (...)

Caruana describió con precisión el camino que ha llevado al despeñadero a buena parte del sector, algunos bancos incluidos. Las cajas no compartieron el diagnóstico del gobernador y la reacción fue enérgica. (...)

Dos años después de aquel discurso, el 21 de junio de 2003, con los créditos hipotecarios aumentando a tasas del 20%, Caruana pidió a bancos y cajas que pisaran el freno. (...)

No le hicieron mucho caso: La Caixa incrementó el crédito hipotecario un 23,4%; el BBVA, un 17%; el Banco Popular, un 43,8%; Caja Madrid, un 24,9% y el Santander, un 14,9%.

Los gestores bancarios tampoco supieron reaccionar ante el espejismo de beneficios fáciles e infinitos. Aunque con diferencias entre unos y otros, todos han quedado marcados con una lección que no van a olvidar. "¿Nosotros culpables de la burbuja?", se pregunta un alto ejecutivo en activo.

"Sin duda nos corresponde una parte de la factura. Incluso algunos servicios de estudios de bancos y cajas también lo anticiparon, pero lo fácil es verlo ahora. Entonces, la competencia entre entidades era tremenda, nadie podía dejar de crecer o te pasaban en el ranking". (...)

Santiago Carbó, asesor de la Reserva Federal de Chicago, comenta una de las grandes lecciones de la crisis: "Romper el paso y salirse de la manada puede llegar a ser clave cuando la lógica te alerta de que algo no va bien. Aquí hubo avisos, pero...".El ladrillo se convirtió en rifirrafe político.

En 2003 Zapatero inició los ataques al Partido Popular por este asunto: "Ha sido la política del PP la que ha creado la burbuja". El argumento se escuchó más veces en el Parlamento. En 2004, cuando dio la vuelta la tortilla y llegó Pedro Solbes a Economía, su reacción fue otra. (...)

"Durante la época de la burbuja se produjeron dos claras señales de alarma: el incremento del endeudamiento de las entidades en relación con el volumen de depósitos y la concentración del negocio inmobiliario. En cuanto a la primera cuestión, en 1998 el volumen de créditos del sector financiero era igual a los depósitos.

Ocho años después, en 2006, los créditos eran un 50% más que los depósitos. En cuanto a los préstamos a promotores, pasaron de representar el 12% del PIB en 2000 al 29% en 2005", apunta Luis Garicano, profesor de la London School of Economics.

Juan José Toribio, profesor emérito de Economía del IESE, añade un aspecto clave: "El endeudamiento se hizo con ahorro que venía del exterior, un factor que ahora ha añadido una vulnerabilidad enorme a la economía española. Esto nunca había sucedido antes.

España tuvo el déficit de la balanza de pagos más alto del mundo después de Islandia y tenía que haber sido un grave motivo de preocupación". (...)

José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, recuerda que el Banco de España fue el único del mundo que creó las provisiones anticrisis, un colchón de 40.000 millones que las entidades crearon mientras crecía el crédito para cuando llegaran las vacas flacas.

Además, comenta, impidió que la gran banca diseñara los productos opacos... Quizá por eso, el sistema financiero que dejó Caruana era más sólido que el de EE UU, Reino Unido y Alemania.

"De no haber tomado esas medidas, nuestro destino sería parecido al de Irlanda. No obstante, el supervisor tenía que haber sido consciente de que no debía permitir que se dieran préstamos por un importe superior al 80% del valor de tasación. También podía haber limitado el crédito a los promotores, donde la banca se quedaba con todo el riesgo", apunta Díez.

Garicano añade otra posible actuación: "Se debía haber reformado la legislación sobre las tasadoras para evitar que fueran propiedad de las entidades financieras. De esta manera, sus valoraciones hubieran sido más ajustadas a los precios de mercado".

Desde fuera de España también se cree que se podía haber hecho más. (...)

Por ejemplo, cita "incrementar los requisitos de capital y las disposiciones reglamentarias, que deberían haber sido agresivas para frenar el crecimiento del crédito y la dependencia del ahorro exterior".

Paul De Grove, experto en bancos centrales de la Universidad de Lovaina, considera que el Banco de España y el BCE "podrían haber hecho más para detener la burbuja. El supervisor utilizó las provisiones anticíclicas, pero no fueron suficientes. También podría haber elevado los requisitos mínimos de capital, en cooperación con el BCE. (...)

¿Para un gobernador es suficiente advertir de los problemas y no atajarlos? José Carlos Díez, de Intermoney, cree que no. "El gobernador no es un analista de mercado. Si avisa de un problema de endeudamiento excesivo de empresas y familias y no se soluciona, tiene que actuar en consecuencia", apunta. (...)

Uno de los análisis más premonitorios lo hizo la Asociación de Inspectores del Banco de España en mayo de 2006...

"Ante el riesgo inmobiliario acumulado en las entidades, los órganos rectores del Banco de España han tenido una actitud pasiva. Hay motivos suficientes para la preocupación, especialmente si se tiene en cuenta el legado de los seis años de mandato del señor don Jaime Caruana". (...)

En palabras de la asociación, "la pasiva actitud adoptada por los órganos rectores del Banco de España, con su gobernador a la cabeza, ante el insostenible crecimiento del crédito bancario en España durante los años de mandato del señor Caruana" era una de las "causas más evidentes" de los desequilibrios de la economía. (...)

"Los inspectores del Banco de España no compartimos la complaciente actitud del gobernador ante la creciente acumulación de riesgos en el sistema bancario derivados de la anómala evolución del mercado inmobiliario nacional desde 2000", añadían. (...)

En su opinión, "el desmedido crecimiento del crédito bancario" fue "una de las causas principales de la extraordinaria subida del precio de los inmuebles" y reprocharon al gobernador "la falta de determinación" para exigir "rigor" a las entidades financieras "en la asunción de riesgos". (...)

En su último informe, a finales de 2010, el Fondo Monetario Internacional (FMI) concluye que España ha tenido la mayor burbuja inmobiliaria del mundo desarrollado. (...)

¿Qué consecuencias hubiera tenido pinchar la burbuja? Cualquier limitación al crédito hubiera perjudicado al PIB y hubiera enfadado a los políticos. (...)

Luis de Guindos, director del centro del sector financiero de PwC, coincide en que se hubiera frenado el PIB. "No se hubiera crecido al 3,5%, pero sí al 2,5% y ahora la destrucción de empleo sería menor y el sistema financiero estaría más sano". (...)

Si alguien conocía perfectamente lo que estaba pasando, ese era Fernández Ordóñez. En 2003, en dos artículos en EL PAÍS, criticó con dureza la herencia que dejaba Rato.

En su opinión, el ministro negó la burbuja "por el miedo con que cualquier responsable de Economía ve acercarse el final de un modelo de crecimiento basado en el boom inmobiliario y en la explosión del endeudamiento de las familias". Auguró que, con la caída de los precios de los pisos, subiría el paro y se hundiría el consumo. (...)

Lo que nunca esperó Fernández Ordóñez es que él heredaría ese legado. (...)

Con el cambio de gobernador, la burbuja empezó a enfriarse por puro contagio de la crisis internacional, no porque Ordóñez hiciera nada para pincharla... ha estado más pendiente de las pensiones y los temas laborales que de la reestructurar las cajas, en lo que ha tardado tres años. (...)

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) destinó 11.500 millones en julio, pero nueve meses después ha advertido que faltan 15.152 millones más de capital. (...)

Sin embargo, muchos critican la torpeza en la solución de la crisis de Caja Castilla La Mancha, la tardanza en atajar la quiebra de Cajasur y el error de aprobar fusiones regional con criterios políticos. "El Banco de España no ha querido meterse con las cajas por no molestar al PP y al PSOE. (...)

"El poder está en el Gobierno y, cada vez más, en la banca", dice un inspector del Banco de España. "¿Es normal que Luis Ángel Rojo sea consejero del Santander y que el que fuera su ex subgobernador, Miguel Martín, presida la patronal bancaria?".

Santiago Carbó, asesor de la Reserva Federal de Chicago, apunta un detalle clave. "Ni Suecia ni Canadá vivieron una política de abundancia de liquidez y bajos tipos de interés durante casi una década, como sucedió en la zona euro. El dinero abundante en la nueva moneda procedente de Alemania, Francia y Holanda buscaban donde invertir y España parecía el sitio ideal. Ese fue el cañón que precipitó todo".

Ejecutivos del Banco de España ahora lamentan no haber tenido más en cuenta la crisis inmobiliaria de los ochenta y la de principios de los noventa. "No parecía que pudiera volver a ocurrir. Por cierto, los suecos resolvieron su problema con un gran banco malo donde metieron los activos inmobiliarios depreciados, lo que están pensando ahora tantas cajas...". (El País, Negocios, 13/03/2011, p. 4/8)

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