Y aun así, aunque los políticos que no logran salvaguardar el crecimiento económico y un alto nivel de empleo tienden a perder las siguientes elecciones, los líderes en Europa y EE UU están clamando para implementar políticas que reducirían la producción y el empleo en el corto plazo.
¿Me estoy perdiendo algo? (...)
Conociendo esta información, la enfermedad del ciclo comercial debería encararse en una o más de las siguientes tres maneras:1. En primer lugar, no llegar a ese punto. (...)
2. Si no se logra evitar el problema, entonces hay que hacer que el Estado intervenga e invierta en bienes y servicios para mantener el empleo en sus niveles normales a fin de compensar los recortes de gastos del sector privado.
3. Si no se logra evitar el problema, entonces hay que hacer que el Estado cree y ofrezca los activos financieros que el sector privado quiere tener para que el sector privado reanude su gasto en bienes y servicios. (...)
De todos modos, cuando se escuchan los discursos de los responsables de las políticas a ambos lados del Atlántico se oye a presidentes y primeros ministros decir cosas como: "De la misma manera que las familias y las empresas tuvieron que ser cautelosas a la hora de gastar, el Gobierno también debe ajustarse el cinturón".
Y aquí llegamos a los límites de mis horizontes mentales como neoliberal, tecnócrata y economista neoclásico tradicionalista. Ahora, la economía global está sufriendo un ataque convulsivo de menor demanda y alto desempleo.
Conocemos las curas. Sin embargo, parecemos decididos a infligir mayor sufrimiento al paciente." (J. BRADFORD DELONG: Dolor sin sentido. El País, 27/03/2011, p. 18)
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