8.8.11

"Se calcula que los griegos han invertido 560.000 millones de euros en el extranjero (230.200 millones de euros fue el PIB de Grecia en 2010)"

"Desde la perspectiva interna de Grecia, dos son los factores principales que han llevado a un endeudamiento impagable. El primero, un gasto muy superior a la capacidad productiva, que se mantuvo incluso cuando la productividad decrecía en relación con la media comunitaria.

El aumento acelerado del gasto se debe en primer lugar a una administración tan desproporcionada, como ineficaz, en la que se han conservado privilegios que en otros países hace ya mucho tiempo que desaparecieron, como que las hijas solteras, o divorciadas, siguiesen cobrando la pensión de sus padres fallecidos, o tan peculiares, como percibir un suplemento por manejar un ordenador, o ser puntual en el trabajo, y sobre todo la jubilación a los 50 años.

El gasto público se acrecentó considerablemente con las prebendas, tan diversas como a menudo abusivas, de que disfrutaba la población laboral. Un proceso que impulsó la competitividad electoral de los partidos, dispuestos a arrancar votos con continuas concesiones.

No se me interprete mal, no estoy en contra, todo lo contrario, de una política social eficiente, pero sí, y mucho, contra la acumulación de privilegios, más o menos arbitrarios, concedidos con el único fin de obtener, o mantener, el voto.

A todo esto se añade el gasto militar que, dadas las tensiones con sus vecinos, en primer lugar con Turquía, llegó al 6% del PIB. Al disponer de una moneda estable, supervalorada, con intereses que parecían soportables, fue posible un endeudamiento continuo del Estado. (...)

El segundo promotor interno de la crisis es una fiscalidad de la que escapan los más ricos y poderosos, así como buena parte de los autónomos, que en Grecia son casi la mitad de la población activa. El rasgo que distingue a un Estado que funciona es la cantidad que realmente recauda, no la que obtendría, si se cumpliesen las leyes. (...)

Enfrentarse al fraude en países en los que nadie confía en la propia economía provoca una mayor huida de capitales, como es el caso actual de Grecia, y como ocurrió en Argentina en su última gran crisis. (...)

Se calcula que los griegos han invertido 560.000 millones de euros en el extranjero (téngase en cuenta que 230.200 millones de euros fue el PIB de Grecia en 2010). La familia más acaudalada, la de los Latsis, con una fortuna que se calcula en 3,38 miles de millones de euros, hace tiempo que se ha instalado en Ginebra. Los muy ricos viven ya todos en el extranjero.

Lo nuevo es que la clase media de manera masiva trate ahora de transferir su dinero al extranjero. (...)

Allí donde el sector privado ofrece poco empleo, la salvación individual está en el público. La necesidad de cada partido griego de colocar a su gente ha traído consigo no solo que se haya mantenido una tasa alta de empresas estatales (electricidad, transporte, telecomunicaciones, pero también manufacturas y hoteles), sino que haya aumentado incluso en los dos últimos decenios.

Sindicatos y obreros defienden la propiedad estatal de muchas empresas porque, aunque acumulen pérdidas, garantizan, y aun amplían, el empleo. (...)

Con el ejemplo griego o sin él, no habrá que insistir en que lo antes posible tendremos que llevar adelante en España una política de adelgazamiento de la Administración y una reforma sustancial de la fiscalidad, acompañada de una lucha exitosa contra el fraude. Si por los mismos motivos que en Grecia seguimos retrasándolas, estas, y otras medidas mucho más duras, nos las impondrán desde fuera." (IGNACIO SOTELO: La lección de Grecia. El País, ed. Galicia, 22/07/2011, p.29)

No hay comentarios: