18.3.12

Mientras que había una escasez de construcción en Alemania (Alemania tiene el menor porcentaje de propietarios de viviendas en la UE), en España, con la ayuda del capital financiero alemán, se construyeron tres veces más casas de las que se necesitaban

"Alemania es muy exitosa en la exportación de productos. Y como exporta mucho más que importa, la balanza de pagos es positiva. (...)

Este enorme éxito se debe primordialmente a la moderación salarial, manteniendo los sueldos muy por debajo del nivel de su productividad. Ello explica que el valor añadido no vaya a la masa salarial y al consumo doméstico, sino a los beneficios empresariales y a las exportaciones de capital, incluyendo capital financiero.

Ni que decir tiene que el mundo del trabajo alemán no está muy satisfecho con esta situación. Pero el mundo empresarial alemán tiene un gran instrumento en sus manos, el Banco Central Alemán (el Bundesbank) y el Banco Central Europeo. Estos dos instrumentos tienen como objetivo controlar la inflación, a través del control salarial.

Cuando los sindicatos del metal estaban renegociando su conversión, el BCE subió los intereses del dinero, reduciendo el crecimiento económico y aumentando el desempleo, y ello a pesar de que la Eurozona estaba ya a punto de entrar en recesión.

Por otra parte, la exportación del capital, incluyendo el financiero, ha sido un componente importantísimo para crear la burbuja inmobiliaria en España e Irlanda (y en EEUU).

Se olvida en los círculos financieros y empresariales alemanes y en sus establishment políticos que, aún cuando acusan a los países periféricos de haber derrochado su dinero (en invertir en actividades especulativas, como el sector inmobiliario), la banca alemana favoreció y se benefició de tal derroche.

 En realidad, la mayoría del dinero era alemán (además de francés y español). Es difícil aceptar la crítica cuando la banca alemana estuvo metida hasta la médula en tal derroche, beneficiándose enormemente.

Es interesante notar que, como dijo el sindicato del metal alemán, la burbuja inmobiliaria alemana pasó en España.

 Mientras que había una escasez de construcción en Alemania (Alemania tiene el menor porcentaje de propietarios de viviendas en la UE), en España, con la ayuda del capital financiero alemán, se construyeron tres veces más casas de las que se necesitaban. (...)

 Era austeridad en casa (Alemania) y despilfarro en el resto de la UE y, muy en particular, en los países periféricos (España, Grecia, Portugal e Irlanda). En realidad, la moderación salarial se escribió en piedra en la constitución alemana, presentándola como una enmienda, exigiendo equilibrio presupuestario. Detrás de tal enmienda constitucional estaba el deseo de reducir la protección social.

Tales medidas no se tradujeron en un crecimiento del desempleo, y ello como resultado del poder sindical dentro de las empresas (el sistema llamado co-gestión), que hizo que en lugar de destruir empleo, el empresario tenía y tiene que pactar la reducción del tiempo de trabajo.

 El desempleo no subió, pero la moderación salarial se mantuvo, aunque con notable deterioro de la calidad de los puestos de trabajo alemanes. (...)

Lo que estamos viendo es el intento de exportación del modelo alemán (en realidad, del modelo establecido por el establishment financiero-empresarial alemán) al resto de la Unión Europea, con una enorme determinación y contundencia. (...)

La estructura ideológica que sostiene tal avalancha ideológica es el monetarismo y el mercantilismo (que comúnmente se llama neoliberalismo), que se ha resistido por todos los medios al incremento de la demanda doméstica en Alemania y en los otros países, y por lo tanto al incremento de los salarios y gasto público, como medida estimuladora de la economía.

El gran problema de esta estrategia es que la reducción de los salarios y de las rentas del trabajo están creando un problema gravísimo, no sólo en la periferia, sino también en el centro (Alemania y Austria), con una demanda estancada.

 Esta situación crea una enorme acumulación de capital en los países centrales y un enorme endeudamiento y grandes déficits en los países periféricos, disminuyendo las importaciones hasta tal nivel que afectan a las exportaciones alemanas, pues gran parte de éstas van a los países de la UE.(...)

 Las soluciones son fáciles de ver y van en sentido opuesto a las llevadas a cabo hoy en día por la troika que manda en la UE. Se necesitan urgentemente medidas de estímulo de la demanda doméstica, comenzando por Alemania."              (Vincenç Navarro, vnavarro.org, 09/03/2012, 'El problema de la Eurozona no está en la periferia sino en el centro: Alemania')

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