"Les pedí un poco de su tiempo para
explicarles que no estábamos ante una reforma laboral al uso sino ante
un cambio del modelo constitucional de relaciones laborales que desplaza
su centro de gravedad desde el trabajo a la empleabilidad, desposeyendo
al trabajo de cualquier valor que es lo mismo que decir casi de
cualquier derecho.
Pero como eso es un poco farragoso, les pregunté si
sabían que:
1) Una empresa aunque no tenga pérdidas
te puede despedir. Una empresa te puede despedir si faltas al trabajo
una serie de días aunque sea por enfermedad. Te pueden modificar el
salario y las condiciones laborales sin que tenga que justificar nada
que no sea que ha vendido algo menos que hace unos meses.
2) Los convenios colectivos pueden tener los días contados si así lo
quieren los empresarios, y cuando desaparezcan volverán los derechos de
las lentejas, que si quieres las comes y si no ya sabes.
3) Si hay un Expediente de Regulación de Empleo, el empresario siempre
tiene razón salvo que un juez demuestre lo contrario. Con lo cual el
currito ya sabe, a gastarse el dinero en abogados y al juzgado.
4) Eso de que los permisos de lactancia en caso de maternidad se puedan compartir, se terminó.
5) Contratos nuevos, baratitos, y pasado un año si no me gustas te pongo
de patitas en la calle, sin ningún derecho, y que pase el siguiente…" (El Cuaderno de Guillermo, 25/03/2012)
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