"La toma del control de BFA-Bankia, primera decisión equivocada
La intervención estatal llega a tal punto que antes de plantearse una
liquidación ordenada de la entidad y perder sus 4.465 millones de euros,
prefiere tomar cartas en el asunto y hacer una conversión de deuda por
capital. Craso error, tal y como dice Xala i Martí. Veamos la posición de Bankia a 31 de diciembre (PDF).
Según los balances de la entidad, a cierre de ejercicio contaba con las
siguientes partidas representativas que habría que salvar:
- 155.000 millones de euros en depósitos de clientes
- 186.000 millones en créditos a clientes.
Sobre la partida de créditos, apliquemos una tasa de mora del 20%, por lo que podemos dar por incobrables o a muy bajo valor en torno a 37.000 millones de euros. Es decir, tenemos un desfase entre depósitos y créditos en torno a 6.000 millones de euros.
Pues bien, esta parte del balance, debería haberse sacado a subasta y sólo garantizar las pérdidas por diferencia mediante un crédito fiscal a la entidad que lo comprase.
Es decir, supongamos que hubiera entrado en liza Santander y BBVA
con una incertidumbre de pérdida de 6.000 millones de euros. Las
garantías que el Estado debería haber aportado son sólo unos créditos
fiscales a repartir en 5 o 10 años de 6.000 millones de euros.
Esto sí
lo podría haber asumido el Estado como contrapartida de la garantía del
Fondo de Garantía de Depósitos y recuperarlo por esta vía en el futuro.
Tengamos en cuenta que hablamos de las cuentas corrientes de millones de
personas que no tienen culpa del desaguisado de Bankia.
El resto del balance, en torno a 120.000 millones de euros, se ejecuta su liquidación y quién pierda el dinero que no lo hubiera puesto.
Así de sencillo y aquí entran en juego los accionistas de Bankia, los
titulares de preferentes, deudas subordinadas y otros vehículos de
financiación extraños. En esta sociedad, se lleva a cabo una liquidación
ordenada de activos y pasivos y a otra cosa mariposa.
Respecto los trabajadores, oficinas y clientes; el proceso de venta
de la cartera de activos y pasivos llevaría aparejado un proceso
importante de reducción de oficinas. Es inevitable, al igual que lo va a
ser en el futuro.
El futuro de Bankia, a las cuentas públicas
Ahora, con el nuevo escenario y el control de la entidad por parte del Estado desde BFA, lo primero que vamos a hacer va a ser sacar el talonario, realizar emisiones de deuda pública y ampliar capital entre 10.000 y 300.000 millones para que todo el desfase patrimonial teórico quede cubierto
mediante el paraguas del Estado, tanto en Bankia como en el resto de
entidades financieras semi-quebradas.
Tengamos en cuenta que el propio Gobierno va a obligar a realizar estas operaciones.
Las consecuencias para nuestras finanzas públicas son desastrosas y
no generarán beneficios en el futuro tal y como dijo De Guindos ayer en
el consejo de Ministros. Esta operación es una ruína impresionante dados
los costes de financiación de España en los mercados y el más que
previsible aumento de la prima de riesgo por estas operaciones. Bankia
puede suponer perfectamente un aumento entre el 1% y el 30% del PIB en emisión de deuda pública a unos costes financieros del 6%.
Una economía en recesión, con una tasa de paro en torno al 24%, un déficit galopante, aumentar la deuda pública en circulación en estos niveles es sencillamente la puntilla que nos falta para que la economía quiebre antes del verano o en el mejor de los casos, tome el control de nuestras cuentas públicas el FMI/BCE.
Por eso, hoy ya si podemos afirmar sin ningún rubor que somos mercancia rota en manos de políticos y bankeros que se han encargado de destruir la economía española con la peor decisión económica de un Gobierno inepto." (El blog salmón, 12/05/2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario