"Lo único que queremos es que nos devuelvan el dinero y
les dejamos en paz”. Así se expresa, Ricardo González de Durana,
presidente de la Asociación de Afectados por las aportaciones a
Eroski-Fagor, mientras da vueltas nervioso durante la concentración
frente a la sede central de la Caja Laboral en Vitoria.
Todos los jueves
se reúnen un centenar de personas para reclamar a esta entidad que les
devuelva su dinero, el que invirtieron en aportaciones financieras
subordinadas de Eroski y Fagor. Un dinero que ahora permanece cautivo.
La Caja Laboral es una de las entidades financieras que comercializó
este producto.
Son cerca de 40.000 las personas
afectadas por esta deuda perpetua, en la que hay colocados 845 millones
de euros, la mayoría en Eroski. Aunque ya hay una sentencia contra la
Caja Laboral, no se respira mucha confianza entre los concentrados sobre
el desenlace final.
“Esto es un robo masivo perpetrado por Mondragón
Corporación contra la población en general. Y sólo entiende un camino:
el boicot activo. Nos podemos enredar todo lo que queramos con los
jueces, pero esto sólo se arreglará el día que le creemos al grupo
Mondragón un verdadero problema”, enfatiza González de Durana.
Pero mientras llega una solución, las situaciones dramáticas empiezan a
aflorar. Es el caso de Rosana Eguiluz, a quien el agua empieza a
llegarle al cuello. “Todo lo que estoy viviendo me parece una pesadilla.
Toda mi vida dejando mi dinero en la Caja Laboral y al final me quedo
sin nada. Eroski y Fagor han secuestrado mis ahorros y ahora me las veo
mal para hacer frente a los gastos habituales. Necesito mi dinero,
quiero mi dinero”.
De momento, una parte de los
afectados se ha adherido al boicot activo a los productos de Eroski,
Fagor y Caja Laboral. “Nos dirigimos con un escrito al responsable del
supermercado de Eroski donde antes comprábamos y le indicamos que no
vamos a volver por lo ocurrido con la Caja Laboral y sus subordinadas”,
resume el presidente de la asociación.
De los políticos tampoco esperan nada. “Son los criados
de los banqueros. ¿Qué puedes esperar de ellos? Nos recibieron en
Parlamento, pero acto seguido nos quisieron confundir al llevarnos a
Kontsumobide (un organismo dependiente del Gobierno vasco, dedicado a la
mediación) para alargar más todo”.
Algo de eso sabe
Lorenzo Latorre, que ya lleva más de tres años intentando recuperar un
dinero que cada vez ve más lejano. “La Caja Laboral me ofreció un
depósito a cinco años con un buen rendimiento. Y me dijeron que sí tenía
necesidad del dinero me lo devolvían. Nadie me habló en ningún momento
de que fuera deuda perpetua. En ese caso, jamás hubiera hecho la
inversión”.
“Todo esto”, apuntala Patxi Urteaga, otro
afectado, es una “estafa piramidal”. “Yo solo pedí a la Caja Laboral
que el depósito fuera garantizado, es decir, que lo pudiera sacar cuando
lo necesitase”. Según Urteaga, ha perdido un 70% del total que tenía." (eldiario.es, 23/04/2013)
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