"El número de desempleados en España ha alcanzado la cifra de
seis millones. Un desastre económico y social a pesar de la terapia de
choque prescrita desde la UE y aplicada por el Gobierno de Mariano
Rajoy. ¿Hasta dónde tienen que llegar las cosas para cambiar de
política? se pregunta El Periódico en editorial.
Las tremendas cifras del paro
en España son el indicador más claro de la profundidad de la crisis y
sus consecuencias. Y a la vez la dramática constatación de que las
medidas que se están aplicando, tanto en Bruselas como aquí, con todos
los sacrificios que suponen, no dan resultados. Al contrario, cada vez
estamos peor. (...)
Hasta la fecha, las directrices con que se mueve la Unión Europea en su
combate contra la crisis se han referido a las grandes ratios de las
cuentas públicas, una disciplina que persigue no distorsionar los
equilibrios financieros para que los mercados puedan funcionar sin
interferencias. Y poco más.
El presidente del Banco Central Europeo
(BCE) acaba de reclamar contundencia frente a los incumplimientos de
déficit, pero ni una palabra de lo que debe ser el objetivo de la
economía y de la política económica, el bienestar de los ciudadanos,
cuya primera e indispensable manifestación es el empleo.
Sobre todo
cuando su carencia se hace crónica, como ocurre en España, y empieza a
ser sinónimo de exclusión social. En el concierto de las grandes
instituciones internacionales, solo el FMI por boca de su directora
gerente se ha referido al dramático cuadro del paro en España para
sugerir un cambio, si no en las medidas, sí en sus ritmos de aplicación. (...)
La reacción tras las cifras de ayer por parte del Gobierno, que tras
apelar a la herencia recibida comparó la pérdida de puestos de trabajo
del primer trimestre de este año con la del anterior sin tener en cuenta
que la Semana Santa cayó este año en marzo, deja bien a las claras la
ausencia de un discurso coherente.(...)
Vista la experiencia de estos últimos años, cabe esperar que Bruselas
mantenga la doctrina oficial, aunque aumente los plazos para el
cumplimiento de los objetivos de déficit, y que solo aplique un cambio
real si los problemas del desempleo y la pobreza en el sur de la Unión
afectan a las economías del norte, como apuntan ya algunos indicios.
Pero es muy probable que cuando esto ocurra sea demasiado tarde para
nosotros." (Presseurop, 26 abril 2013, El Periódico de Catalunya
Barcelona)
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