"R. Esta crisis no se puede arreglar sin una
mutación. Antes el petróleo movía el mundo, hoy es el turno de lo
virtual y del I + D. Estamos ya en esa mutación, pero la política
todavía siente nostalgia del legado de Thatcher y Reagan, y manda la
lógica de las finanzas, que es la peor condena de la humanidad.
Como le
dijo un banquero a Tobin: “Mi más largo plazo, amigo, son diez minutos”.
Cuando el valor supremo es el enriquecimiento rápido, la economía deja
de ser un instrumento para la sociedad. El dinero que fluctúa gracias a
la libre circulación de capitales se ha concentrado por encima de la
cabeza de los Estados y hoy es un poder mucho más fuerte que la
política.
P. ¿Solución?
R. Restablecer la primacía de la política sobre las
finanzas. Controlarlas y regularlas de nuevo. Ir al nudo gordiano y
extirparlo. Un país solo no puede. Hay que vigilar las finanzas y a la
vez mirar hacia delante inventando un proyecto nuevo. Hace falta que
Europa diga “se acabó”. Cerrar los paraísos fiscales, y traer el dinero
de vuelta. Es facilísimo. Un juez amigo, Jean de Maillard, tiene la
solución: dejar de reconocer los actos jurídicos firmados en esos
países.
P. Pero los políticos no se atreven.
R. El problema es que las grandes empresas utilizan
los paraísos fiscales para pagar comisiones. Si se destapara eso de
golpe, pondría en riesgo miles de empleos. Por eso es importante que las
listas de evasores sean publicadas en la prensa. Igual que ellos usan
Internet para transferir sus fondos, nosotros tenemos que usar Internet
para contarlo y acabar con ellos.
Eso es imparable y hace mucho daño a
los países que no cooperan. Cuando veamos los nombres de los
defraudadores, entenderemos lo que pasa. El problema es que, cuando el
dinero manda, todo parece moral. Tenemos que empezar por decirnos a
nosotros mismos que es penoso que el único objetivo de la vida sea ganar
mucho dinero. Lo más positivo de esta crisis es la toma de conciencia
de la gente.
P. ¿Se está suicidando el capitalismo?
R. No hay un capitalismo, hay varios, o al menos
adopta formas diferentes. El comercial, el industrial, el financiero… El
capitalismo está mutando la sociedad y se está mutando a sí mismo.
O
inventa una nueva forma, y esa es su fuerza -su creatividad-, o
desaparecerá. Pero al punto en que hemos llegado ya no podrá ser un
verdadero capitalismo. Hace falta crear un nuevo sistema económico, con
valores humanos y que respete las leyes de la naturaleza. (...)" (MIGUEL MORA París , Publicado en el diario “El País”, Attac 06/05/2013)
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