"La crisis ha supuesto un cierre casi total del grifo del crédito a la
economía productiva. Esta denuncia, proclamada desde hace años por
empresas y familias españolas, ya tiene cifras. Tras alcanzar su pico
máximo (un 45%) en 2006, la tasa de concesión de créditos en todo el sistema financiero español se ha desplomado hasta el 30% en la actualidad.
Si durante la burbuja las empresas obtenían casi la mitad de los
créditos que pedían, ahora esta cifra apenas supone un tercio, tal como
señala el Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España
correspondiente a mayo de 2013. Esta variación supone, en la práctica,
que las empresas españolas, o bien no acceden a nuevos créditos, o si
acceden es con peores condiciones....
La restricción crediticia es mayor aún en las entidades financieras nacionalizadas (a las que el Banco de España, genéricamente, engloba en el Grupo 1). Así, Bankia, CatalunyaCaixa y Novagalicia apenas conceden un 20% de los préstamos que las empresas le solicitan.
Esta diferencia entre banca rescatada y banca sana "cabe pensar que
responde, en buena medida, a la más difícil situación financiera de las
entidades de dicho grupo a lo largo de los últimos ejercicios", explica
la institución gobernada por Luis María Linde. Dicho de otra manera: no daban crédito porque preferían invertir en deuda pública o sanear sus propias cuentas.
El análisis sobre la concesión de créditos llevado a cabo por el Banco de España es "indicativo y limitado",
tal como reconoce el propio supervisor público, ya que no refleja la
información crediticia de toda la población, sino solo de aquellas
empresas no financieras que piden financiación a entidades con las que
no están ya relacionadas. (...)
"El principal problema de este país es la falta de financiación para las
pequeñas y medianas empresas", explica Juan Pablo Lázaro,
vicepresidente de Cepyme, que denuncia que el flujo del crédito sigue decreciendo trimestre a trimestre.
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