"1) (...) Los pueblos del Sur están sometidos en particular a un régimen
devastador de políticas de ajuste estructural y de políticas de libre
comercio que impiden su desarrollo solidario, destruyen su medio
ambiente y los privan de su soberanía, debilitándolos así más y
exacerbando su dependencia de los polos económicos dominantes del Norte.
El
destino de la humanidad se decide ahora por un puñado de corporaciones
transnacionales y por las instituciones financieras internacionales
sobre las cuales los pueblos no tienen ningún control.
Desde el
año 2008, en medio de una crisis del sistema capitalista mundial, las
políticas de ajuste estructural se han extendido a los países de la
ribera norte del Mediterráneo, llamados despectivamente como PIGS
(cerdos en inglés).
En Túnez, esta política se ha impuesto desde
1986 por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, antes de
ser reforzada en 1995 por el Acuerdo de Asociación impuesto también por
la Unión Europea y sus Estados miembros. La aplicación de tanto lo uno
como lo otro era asegurado por la dictadura política.
En la
actualidad, los diversos actores de la globalización capitalista
neoliberal pretenden dar continuidad a estas políticas, tratando de
sacar provecho de la crisis revolucionaria, profundizando en estas
políticas y ampliando su alcance.
Buscan con ello bloquear el camino
para el desarrollo de las aspiraciones y del deseo de un cambio radical
expresado de forma masiva por las clases populares, en particular la
juventud, durante el levantamiento revolucionario de diciembre-enero de
2011. (...)
4. La deuda -odiosa, ilegitima- que ha servido bajo la dictadura como
una herramienta de sumisión política y como mecanismo para la
transferencia de ingresos del trabajo al capital local y, sobretodo, al
mundial, sirve actualmente a la contra-revolución para mantener la
economía neocolonial y la dominación imperialista en Túnez.
Además, en
Egipto, en Marruecos, en Grecia, en Chipre en el Estado español y en
muchos otros países de la cuenca Mediterránea, la deuda continúa
sirviendo a los intereses de una minoría en contra de los intereses de
la inmensa mayoría.
Está en todas partes, el pretexto para la aplicación
de las políticas de austeridad impuestas por las instituciones
financieras internacionales y los estados capitalistas que violan los
derechos humanos. (...)
Con el fin de actuar conjuntamente en esta dirección, los partidos
políticos de izquierdas de la región mediterránea que participamos en el
encuentro Mediterráneo de Túnez contra la deuda, las políticas de
austeridad y la dominación imperialista, y que abogamos por un
mediterráneo libre, democrático, social, solidario y respetuoso con el
medio ambiente, nos comprometemos a:
- Apoyar los procesos de lucha de los movimientos sociales, sindicatos y organizaciones sociales por una auditoria ciudadana.
- Promover mociones para la anulación y el no pago de la deuda ilegítima
- Incorporar la reivindicación del NO pago de la deuda ilegitima y la promoción de una auditoria ciudadana como parte de nuestros programas políticos, y apoyar la lucha por la soberanía de los pueblos y su libre determinación.
- Ir avanzando en el desarrollo de una red de apoyo mutuo entre los pueblos para asistir a aquellos que decidan no pagar la deuda ilegítima
- Establecer una red de comunicación permanente para el intercambio de información y experiencias.
- Organizar una nueva reunión de coordinación en la orilla norte del mediterráneo.
- Desarrollar una cooperación concreta con el objetivo de construir herramientas de lucha y movilización necesarias para la defensa de nuestros objetivos."
(Manifiesto final del encuentro mediterráneo de partidos en Túnez,anticapitalistas.org, Rebelión, 01/04/2013)
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