2.5.13

"No es nuestra deuda"

"1) (...) Los pueblos del Sur están sometidos en particular a un régimen devastador de políticas de ajuste estructural y de políticas de libre comercio que impiden su desarrollo solidario, destruyen su medio ambiente y los privan de su soberanía, debilitándolos así más y exacerbando su dependencia de los polos económicos dominantes del Norte.

El destino de la humanidad se decide ahora por un puñado de corporaciones transnacionales y por las instituciones financieras internacionales sobre las cuales los pueblos no tienen ningún control.

Desde el año 2008, en medio de una crisis del sistema capitalista mundial, las políticas de ajuste estructural se han extendido a los países de la ribera norte del Mediterráneo, llamados despectivamente como PIGS (cerdos en inglés).

En Túnez, esta política se ha impuesto desde 1986 por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, antes de ser reforzada en 1995 por el Acuerdo de Asociación impuesto también por la Unión Europea y sus Estados miembros. La aplicación de tanto lo uno como lo otro era asegurado por la dictadura política.

En la actualidad, los diversos actores de la globalización capitalista neoliberal pretenden dar continuidad a estas políticas, tratando de sacar provecho de la crisis revolucionaria, profundizando en estas políticas y ampliando su alcance. 

Buscan con ello bloquear el camino para el desarrollo de las aspiraciones y del deseo de un cambio radical expresado de forma masiva por las clases populares, en particular la juventud, durante el levantamiento revolucionario de diciembre-enero de 2011. (...)

4. La deuda -odiosa, ilegitima- que ha servido bajo la dictadura como una herramienta de sumisión política y como mecanismo para la transferencia de ingresos del trabajo al capital local y, sobretodo, al mundial, sirve actualmente a la contra-revolución para mantener la economía neocolonial y la dominación imperialista en Túnez. 

Además, en Egipto, en Marruecos, en Grecia, en Chipre en el Estado español y en muchos otros países de la cuenca Mediterránea, la deuda continúa sirviendo a los intereses de una minoría en contra de los intereses de la inmensa mayoría. 

Está en todas partes, el pretexto para la aplicación de las políticas de austeridad impuestas por las instituciones financieras internacionales y los estados capitalistas que violan los derechos humanos.  (...)

Con el fin de actuar conjuntamente en esta dirección, los partidos políticos de izquierdas de la región mediterránea que participamos en el encuentro Mediterráneo de Túnez contra la deuda, las políticas de austeridad y la dominación imperialista, y que abogamos por un mediterráneo libre, democrático, social, solidario y respetuoso con el medio ambiente, nos comprometemos a:
  • Apoyar los procesos de lucha de los movimientos sociales, sindicatos y organizaciones sociales por una auditoria ciudadana.
  • Promover mociones para la anulación y el no pago de la deuda ilegítima
  • Incorporar la reivindicación del NO pago de la deuda ilegitima y la promoción de una auditoria ciudadana como parte de nuestros programas políticos, y apoyar la lucha por la soberanía de los pueblos y su libre determinación.
  • Ir avanzando en el desarrollo de una red de apoyo mutuo entre los pueblos para asistir a aquellos que decidan no pagar la deuda ilegítima
  • Establecer una red de comunicación permanente para el intercambio de información y experiencias.
  • Organizar una nueva reunión de coordinación en la orilla norte del mediterráneo.
  • Desarrollar una cooperación concreta con el objetivo de construir herramientas de lucha y movilización necesarias para la defensa de nuestros objetivos."
(Manifiesto final del encuentro mediterráneo de partidos en Túnez,anticapitalistas.org, Rebelión, 01/04/2013)

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