" (...) Todos los gobernadores del Banco de España –incluido el actual, el Sr.
Luis María Linde– y los presidentes del Banco Central Europeo (como el
actual, el Sr. Draghi) han enfatizado la necesidad de que la población
española se haga un aseguramiento privado un plan privado de pensiones
que les garantice el nivel de vida al cual están acostumbrados,
subrayando que las pensiones públicas no se lo garantizarán. (...)
Esta postura es también promovida por la mayor parte de economistas de
pensamiento liberal (que son la mayoría hoy en los centros académicos),
alcanzando su máxima expresión en las declaraciones de economistas
ultraliberales como el “economista de la casa” de TV3, que propone la
privatización de la seguridad social, tal como hizo el gobierno
presidido por el General Pinochet en Chile.
En aquel país, la tasa neta
de reemplazo de las pensiones públicas es bajísimo, menos del 6% del
salario medio de las personas, siendo complementadas por provisiones del
aseguramiento privado, insuficientes para alcanzar el nivel necesario
de mantenimiento del estándar de vida del jubilado (se alcanza solo el
52%; en España, en las pensiones públicas es del 80%).
En esta promoción de las pensiones privadas, el Estado juega un papel
clave. En España, el Estado desgrava (lo cual quiere decir que
subvenciona) el aseguramiento privado. Es decir, provee unos 2.000
millones de euros, con datos de 2012, para que las personas que se
compran pólizas de aseguramiento privado paguen 2.000 millones de euros
menos.
Un enorme regalo. Para que el lector se dé cuenta de lo que ello
significa, baste recordar que el Presidente Zapatero congeló las
pensiones para conseguir precisamente 1.500 millones de euros a fin de
reducir el déficit público, subrayando que no había otra alternativa
para conseguir dinero (con el fin de reducir el déficit) que congelar
las pensiones.
Dicha afirmación de que no había alternativa no era
cierta. Podría haber eliminado la desgravación (es decir, el subsidio
público) a las pensiones privadas, consiguiendo algo más que esa
cantidad. (...)
La privatización de las pensiones es la
medida más promovida por los establishments financieros, económicos,
mediáticos y políticos (en este orden) de España (incluida Catalunya) y
de la UE. En todos ellos se asume que las pensiones privadas son mejores
que las públicas.
Lo que es sorprendente es que todos (repito, todos)
los datos (creíbles y rigurosos) muestran precisamente lo contrario (ver
el libro de Vicenç Navarro y Juan Torres, Lo que debes saber para que
no te roben la pensión). Incluso instituciones de tendencias liberales,
como la OCDE, en el informe Pensions at a Glance 2013, reconocen que el
sistema de pensiones privadas en España es un desastre. La narrativa que
utilizan no utiliza dicha expresión, pero sus conclusiones justifican
este diagnóstico.
Menos concluyente, pero también muy poco
halagador, es el informe presentado por un grupo de investigadores del
IESE que ha estado siguiendo la evolución de las pensiones privadas
(trabajo bien resumido por Pere Rusiñol en su artículo “Pensiones
privadas, un mal negocio en España”, publicado en Alternativas
Económicas).
Según este informe, de los 257 fondos de pensiones privados
con al menos 15 años de historia, solo el 1,16% (sí, solo 1,16%)
lograron una rentabilidad media superior a los bonos del Estado a 15
años. Otro 10% tuvieron pérdidas, con lo cual, el asegurado perdió
dinero. La rentabilidad de la mayoría era baja.
El que tenía mejor
rentabilidad alcanzaba solo el 1,58% (los bonos del Estado tuvieron unos
intereses medios superiores, del 4,4%, para el mismo periodo de
tiempo). En realidad, la OCDE ha indicado que la rentabilidad media de
los fondos de pensiones privados en España (en el periodo 2008-2012) fue
negativa en términos reales (una vez descontada la inflación). Después
de Estonia y Polonia, España fue el que tuvo peor rentabilidad. (...)
Pero lo que es incluso más interesante
es que el hecho de que tengan una rentabilidad muy baja, no quiere decir
que les vaya mal a los gestores de los fondos privados de pensiones.
Este es un dato de enorme interés. De la misma manera que los banqueros
españoles son los que están mejor pagados en la Unión Europea, a pesar
de que la banca española apenas ofrece crédito, no realizando su función
social, los gestores de las compañías de seguros tienen elevados
ingresos, precisamente a costa de la baja tasa real de sustitución
salarial de los futuros jubilados y las elevadas comisiones que reciben.
Estos gerentes de las compañías de seguros reciben las comisiones (lo
que los gerentes y magnates de las compañías de seguros se quedan como
paga personal por cada póliza de seguros) más altas de la UE. Solo otro
país las tiene más altas. Esta situación es escandalosa (ver mi artículo
“El maridaje entre la banca, el Estado español y las autoridades
europeas”, publicado en Sistema, 04.04.14).
Los pensionistas privados están claramente desprotegidos frente al capital financiero y sus gestores.(...)
Pere Rusiñol muestra la puerta giratoria que hay entre los directores
generales de Seguros y Fondos de Pensiones del gobierno, por un lado, y
las compañías de seguros y fondos privados de pensiones, por el otro,
con una puerta giratoria que alcanza su máxima expresión en los
gobiernos Aznar y Rajoy, máximos favorecedores de la privatización de
las pensiones.
Pero de todo esto, prácticamente nada se ha dicho al
ciudadano, incluido al que tiene una pensión privada." (Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 17 de abril de 2014, en www.vnavarro.org, 17/04/2014)
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