"(...) Según el Presidente Barroso, España sufre la mayor crisis financiera y
económica que ha tenido durante su época democrática, con un desempleo
enorme (el más elevado de la Unión Europea junto con Grecia), debido a
la incompetencia del Banco de España e, indirectamente, del gobierno
Zapatero, que no supieron prever la burbuja inmobiliaria, suspendiendo
en su responsabilidad como reguladores de las instituciones financieras
españolas. (...)
Es refrescante ver a una autoridad como
el Sr. Barroso hacer una declaración de este tipo, señalando
directamente y sin tapujos que el Sr. Miguel Ángel Fernández Ordóñez
(MAFO) no había hecho bien su trabajo y que él, nombrado por el gobierno
Zapatero, y el Banco de España eran los responsables del inicio de la
crisis financiera que nos llevó a una crisis económica de primera
magnitud.
Como era de esperar, el establishment
financiero y político español se ha levantado en armas (simbólicamente
hablando) para defender a MAFO y al BE frente a estas acusaciones. Dicha
respuesta ha sido liderada por el mayor banquero del país, el Sr.
Emilio Botín, que dirige el mayor banco del país y uno de los más
grandes de Europa. (...)
En realidad, y en contra de lo que
constantemente acentúa la sabiduría convencional (de que es difícil
prever las burbujas), la aparición de la burbuja inmobiliaria era fácil
de prever (y hubiera sido fácil desinflar). Los propios técnicos del
Banco de España habían alertado ya en varias ocasiones del peligro de
que se generara tal burbuja, criticando la excesiva complacencia y
pasividad del BE, dirigido por sus gobernadores Jaime Caruana, nombrado
por el Presidente Aznar, y MAFO, nombrado por el Presidente Zapatero.
Repito que no era difícil ver que algo
no funcionaba bien. Es decir, que se estaba generando una burbuja
enorme. A los estudiantes de Políticas Públicas se les enseña, ya en el
primer año, que si los precios de la vivienda crecen mucho más que los
salarios, el sector financiero tiene un problema grave. Aparece lo que
se llama una burbuja. Y esto era lo que estaba pasando en España.
En
realidad, las rentas del trabajo como porcentaje del PIB (que en España
son el mayor motor de la economía, pues son el centro de la demanda)
iban bajando, no subiendo, lo cual determinaba su necesidad de
endeudarse. De ahí el enorme crecimiento del sector financiero y su gran
rentabilidad (que atrajo a la banca europea, sobre todo alemana y
francesa).
Fue este crecimiento, la burbuja, la que, al explotar, creó
la gran recesión. Y era sumamente fácil ver que ello iba a ocurrir. Solo
el establishment financiero, económico, político y mediático español,
adicto al dogma neoliberal, no vio (o no quiso ver) lo que se le venía
encima.
Que el gobierno Aznar no viera que se estaban creando las bases de este
problema era predecible. Su ideología neoliberal era la esencia de su
ser. Lo que es más preocupante es que fuera un gobierno, en teoría
socialista, el que también compartiera dicho dogma. Es más que
sorprendente que todos los economistas de la administración Zapatero
fueran del pensamiento neoliberal (como resultado de sus orígenes,
enraizados en el sector financiero). MAFO fue muy representativo de este
tipo de economistas. (...)
Lo que Barroso se calló.
Mientras que Barroso llevaba razón en su crítica al BE por lo ocurrido
en España, no la tenía cuando eximió a la Comisión Europea, al Banco
Central Europeo y al gobierno Merkel de cualquier responsabilidad por lo
ocurrido en España. En realidad, estos comparten en gran medida las
responsabilidades por la crisis.
La evidencia de que ello es así es hoy
robusta y abrumadora. La Comisión Europea fue la que, con sus políticas
neoliberales impuestas a España, empeoró la distribución de las rentas,
favoreciendo a las rentas del capital a costa de las rentas del trabajo,
creando, como ya he indicado, el problema de demanda que estuvo detrás
de la bajada del crecimiento económico y, más tarde, de la recesión.
El
Banco Central Europeo, el mayor lobby que tiene la banca europea,
dominada por la alemana, dejó a los Estados sin ninguna protección
frente a la especulación de los mercados financieros (es decir, la
banca), y el gobierno alemán fue el que protegió a la banca alemana, que
acumuló enormes beneficios debido a su participación en el expolio de
España, a base de su colaboración en las actividades especulativas.
Es
más, hoy dicho gobierno continúa siendo el mayor promotor de las
políticas de austeridad, llevando a los países periféricos de la
eurozona al austericidio. Todo esto, el Sr. Barroso no lo citó." (Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 26 de junio de 2014, en www.vnavarro.org, 26/06/2014)
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