"Si tuviéramos que definir el estado actual de los mercados financieros habría que decir que están en un “coma alcohólico”. (...)
La burbuja que viven hoy los mercados financieros es superior a la
del año 2008 justamente por las bajas tasas de interés que están
generando brutales distorsiones. Llevamos un largo tiempo planteando el
problema de las burbujas especulativas, y el mes pasado, como apuntamos aquí,
este tema fue advertido por el propio Banco de Pagos Internacionales.
El BIS considera que las tasas de interés históricamente bajas que
mantienen los principales bancos centrales del mundo, ha ayudado a
incubar una constelación de burbujas financieras que amenazan con un tsunami devastador sembrando las semillas de la propia destrucción del sistema.
El Fondo Monetario Internacional también comenzó a dar voces de alerta sobre este problema, como dimos cuenta en La maldición del dinero barato: FMI advierte de burbuja inmobiliaria global. (...)
Todo indica que estamos en presencia de una de las mayores
contradicciones de la política monetaria y sorprende que no exista
ningún tipo de debate serio al respecto. Por un lado el Banco de Pagos
Internacionales advierte que las bajas tasas de interés han incubado una burbuja colosal,
y por otro lado los bancos centrales dicen que no pueden hacer nada
para evitarla. Estamos pisando sobre un campo minado, y a nadie parece
importarle.
Los bancos centrales han mantenido la tasa de interés en los niveles
más bajos de la historia por un tiempo excesivamente largo y esto no ha
generado ninguna ayuda real a la economía. Para el caso de España, el
propio FMI señaló que el desempleo no bajará del 20 por ciento al menos en los próximos cinco años.
Esto lo advertíamos el año 2009
cuando la tasa de paro en España era del 16 por ciento y cuando a nadie
- menos al FMI - le importaba el tema del empleo. El desempleo puede
mantenerse sobre el 20 por ciento durante otros diez años, justamente
por la complicidad del FMI en la aplicación de políticas que potenciaron
el ciclo recesivo a nivel global como los planes de austeridad y los
recortes presupuestarios. (...)
Estas políticas no han impedido que la burbuja de derivados se haya
elevado a mas de 800 billones de dólares (millones de millones), desde
los 650 billones existentes a fines de 2008, mientras la economía vive
un estancamiento profundo.
Los banqueros centrales no solo no fueron capaces de retirar el
alcohol a tiempo, sino que arrastraron a los mercados financieros a un
"coma alcohólico" que los ha hecho ser totalmente dependientes de las
bajas tasas de interés. Como las bajas tasas de interés no se
transfieren a la economía real, la economía real sigue en el letargo
mientras el sistema financiero sigue conectado al respiradero artificial
del dinero barato.
Esto está creando una enorme polarización del mundo
dado que el dinero barato fluye hacia los más ricos del 0,1 y 0,01 por
ciento de la población mientras las clases medias son las que pagan la
cuenta con el costo de su propia extinción." (Marco Antonio Moreno, El blog salmón, 28/07/2014)
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