22.9.14

¿Por qué no pagan impuestos las transacciones financieras? En España podría recaudar entre 12.000 y 15.000 millones € por año

"Existe un consenso generalizado sobre el excesivo tamaño que ha alcanzado el sector financiero en la economía global: el volumen de operaciones financieras ha pasado de ser 25 veces el PIB mundial a mediados de los años noventa, hasta representar actualmente 70 veces el PIB mundial, e incluso si pudiéramos contabilizar todos los flujos financieros que no se contabilizan en mercados organizados, podríamos llegar a las 250 veces. 

 La mayor parte de este crecimiento se deriva de operaciones especulativas a plazos extremadamente cortos (incluso inferiores a un día), que son escasamente productivas y que encierran un enorme potencial de distorsión sobre los mercados financieros y, por extensión, también sobre los mercados reales.

Muchos de estos nuevos instrumentos son de muy reciente creación: las primeras permutas financieras de riesgo de crédito (conocidas por sus siglas en inglés CDS) empezaron a negociarse en los años noventa, y se expandieron durante la última década. El importe nominal de los CDS en circulación se ha disparado desde unos 919.000 millones de dólares a finales de 2001 hasta los 58 billones de dólares en diciembre de 2007 y más de 150 billones (estimados) en 2011.

Al igual que otros derivados, los CDS se negocian como OTC y, por tanto, fuera de los mercados oficiales y regulados, de forma bilateral y directa entre los operadores.

A modo de ilustración, las turbulencias que han experimentado los títulos de deuda soberana de Grecia y otros países en abril y mayo de 2010, tienen su origen en movimientos especulativos y han obligado a la UE a establecer un fondo de 750.000 millones de euros, con la participación del FMI, como mecanismo de respaldo a los Estados miembros y de defensa de la moneda única

Ante la tensión desatada, las operaciones “intradía” en la bolsa española representaron casi el 35% de todas las operaciones realizadas durante las tres primeras semanas de mayo de 2010, alcanzando el 43% a finales de 2013.  (...)

A diferencia de cualquier otro sector que ofrezca bienes y servicios a los consumidores finales, los productos del sector financiero están en gran medida libres de impuestos.

 Por ejemplo, el IVA de la Unión Europea no se impone a los servicios financieros, amparándose en un enfoque de “exención básica” que deja fuera de la tributación por IVA a todas las actividades básicas de la intermediación financiera, y sólo están sujetos a impuestos algunos tipos de servicios auxiliares, como pueden ser los servicios de asesoría, cajas de seguridad, tasas sobre operaciones de cajeros automáticos, o servicios de gestión de carteras. 

 Las distintas opciones para España introducen un aumento de las plusvalías obre transacciones, la introducción del IVA y la introducción a nivel global, de un impuesto de transacciones financieras y/o a la banca.  (...)

Para España se han llevado a cabo algunas simulaciones sobre el impacto de establecer una serie de figuras impositivas sobre la actividad financiera y bancaria. En concreto, un impuesto sobre plusvalías, un impuesto sobre la banca, y un impuesto sobre transacciones financieras, que la UE tímidamente ha iniciado el trámite.

 La recaudación potencial, teniendo en cuenta que los datos disponibles son antiguos y no de muy buena calidad, podría estar entre 12.000 y 15.000 millones € por año, cifra no desdeñable (1,2-1,5% del PIB), lo cual sería un gran alivio para las arcas públicas. (...)"         (Alejandro Inurrieta, Vox Populi, 14/09/2014)

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