14.10.14

El 'falso autónomo'

"(...) Nosotros alertamos de que los proyectos emprendedores que se están montando en estos momentos son bastante débiles. Hace unos años, muchos iniciaban una actividad vocacionalmente: tenían una idea de negocio en la que creían y la llevaban adelante.

 Hoy esto ha cambiado: la gran mayoría de gente decide autoocuparse porque no tiene otro recurso” afirma Salvador Duarte, presidente de CTAC. Es el caso, por ejemplo, de los jóvenes que una vez terminados sus estudios pasan uno, dos o tres años buscando empleo y, como no lo encuentran, deciden intentarlo por cuenta propia y crearse ellos mismos el puesto de trabajo.

 “Para muchos significa incluso el paso previo a marcharse fuera del país “si esto no me sale bien, me voy a Alemania” nos dicen los usuarios a menudo” explica Duarte, en base a su experiencia diaria en la oficina de atención al público que este organismo tiene dedicada a la asesoría de trabajadores autónomos.
Otro perfil habitual es el de las personas mayores de 50 años que se ven de repente en la calle, con todavía 10 años o más por delante hasta llegar a la jubilación y deciden entonces invertir su indemnización en un negocio propio.

 También es frecuente el caso de quienes, como Luz Marina Estupiñán Cardona, comunicadora social  y periodista, son parados de larga duración y la contratación les resulta muy difícil a causa de la edad, así que optan por la vía del autoempleo. “Aunque quiero darme de alta como autónoma, aún no tengo claro que en mis actuales condiciones pueda hacerlo. Tendría que saber a ciencia cierta que el volumen de trabajo será el suficiente para al final de trimestre poder pagar mi cuota” advierte Luz.
Este temor es generalizado y en muchas ocasiones bien fundado. Según explica el presidente de la CTAC,la gente desde el momento que emprende estos proyectos por necesidad, lo hace con recursos mínimos y sin contar con el apoyo de entidades financieras, dado que el crédito sigue estando muy restringido.

 “Los proyectos no tienen el colchón suficiente para aguantar cinco o seis meses hasta ver si encuentran un lugar en el mercado. Muchos se han visto abocados a cerrar incluso antes de este tiempo” asegura Duarte.
Para evitar que el creciente- pero, a la vez, ficticio- trasvase del trabajo asalariado al de cuenta propia por el alto porcentaje de personas que se intentan autoocupar y no lo consiguen, los sindicatos proponen dos medidas correctoras: mejorar el asesoramiento a la gente que emprende y mejorar el proyecto empresarial

“Hay que hacerle ver a quien quiere darse de alta como autónomo las posibilidades para que su empresa aguante en el tiempo y también ayudar a que la gente tenga acceso al crédito a través de herramientas públicas u otras maneras, como los microbancos” advierte el presidente de CTAC. (...)

El “falso autónomo”, es decir, la gente que dentro de la misma empresa y haciendo el mismo trabajo que antes, deja de tener un contrato para pasar a estar en régimen de autónomo, es al día de hoy una modalidad muy extendida. En la oficina de atención a los emprendedores de la UGT cuentan que, incluso, ingenieros o arquitectos de renombre “se han ido este verano como asalariados y han vuelto como autónomos, sin más remedio, porque la única alternativa era ser despedidos”.
María Pascual, vendedora de una importante compañía de seguros, explica que desde el inicio le ofrecieron un contrato mercantil “que no se sabe bien a qué pertenece ni hasta qué punto está dentro de la legalidad” y la obligaron a pagarse autónomos. “El contrato no me cubre la Seguridad Social, es como un período de prueba hasta que vean que vendo bien y me contraten” cuenta María

Pero el “período de prueba” se hace largo y María ya lleva un año pagando la cuota de autónomos. “En teoría me contratan en octubre y, bueno, la rebaja del 80% de la tarifa plana durante seis meses me ha venido muy bien. Si sabes que es temporal, pues lo aceptas, qué le vamos a hacer” dice María.
Los sindicatos alertan que estamodalidad se ha incrementado de forma alarmante en los últimos meses y que, incluso, en las páginas web de búsqueda de empleo existen cada vez más ofertas que directamente incorporan la categoría de “otrostipos de contrataciones”, detrás  de las cuales lo que hay son estos contratos mercantiles que obligan a la gente a hacerse autónoma.(...)"        (Rambla)

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