20.10.14

Piketty: “Un impuesto global al capital no debe esperar a un gobierno mundial”

"(...) P. Su principal propuesta contra el retorno de la desigualdad es establecer un impuesto global y progresivo sobre el patrimonio a nivel mundial...

R. ... Y también la difusión de la educación y la inversión en el conocimiento, que son probablemente los mecanismos más decisivos para la reducción de desigualdades.

P. Su impuesto mundial al patrimonio, ¿no es utópico, ingenuo?

R. ¿Por qué? El mundo acabará yendo en esta dirección. Se pueden ir dando pasos hacia él, peldaño a peldaño, en Europa por ejemplo, sin que tengamos que esperar obligatoriamente al advenimiento de un Gobierno mundial en la suposición de que sin él no pueda avanzarse nada.

P. A pasos pequeños los procesos se eternizan.

R. Mi propuesta no inventa nada en el vacío. Parto de que la mayor parte de los países han instaurado potentes impuestos sobre la propiedad inmobiliaria, las property tax. Pues hay que modernizar el esquema y transformar esos impuestos en un impuesto progresivo, y global, que grave todos los distintos activos patrimoniales netos, puesto que se han ido diversificando. 

Eso permitiría suavizar la fiscalidad a una inmensa mayoría de la población. Fíjese como en el Reino Unido los laboristas incrementaron la progresividad del impuesto sobre las transacciones inmobiliarias, pero luego los conservadores, no solo no la suprimieron, sino que incluso lo incrementaron. Es algo concreto, nada utópico.

P. Pero no muy frecuente.

R. Estamos en un período histórico en que los patrimonios soportan muy bien una mayor presión. España es un caso impactante. La riqueza patrimonial privada es de un nivel altísimo, supone entre siete u ocho puntos del PIB. Sería una locura no pedir a esa riqueza un poquito más de contribución.

P. Usted ha calculado que con ese impuesto la UE podría recaudar un 2% de su PIB, lo que equivale a dos ejercicios presupuestarios, y se acerca al paquete de 300.000 millones de euros de inversión propuesto por el presidente Jean-Claude Juncker para relanzar la economía europea.

R. Los patrimonios pueden afrontar fácilmente esa cuantía. Si las grandes fortunas crecen anualmente entre un 6% y un 8%; un impuesto de un 1% no sería confiscatorio, ni mucho menos.

P. Para ponerlo en práctica está el obstáculo de la evasión fiscal, difícilmente salvable..

R. La ventaja de la UE es que, si quiere, puede hacer respetar sus decisiones. Hace cinco años se creía intocable el secreto bancario suizo. Bastaron las sanciones de EE UU en algunos casos para que Suiza siguiese la corriente general, porque EE UU suponen un cuarto del PIB mundial. 

Pero la UE también tiene ese peso. Si ponen sanciones, se les respeta. Lo único triste es que los Veintiocho tuviesen que esperar la actuación de Washington; pero veámoslo desde el optimismo, contra el pesimismo de que nada cambiaría jamás, las cosas pueden cambiar, y de hecho cambian.  (...)

P. Y arrastramos la Tasa Tobin [sobre las transacciones financieras] entre miles de vericuetos procesales...

R. Es que técnicamente es muy complicada, más complicada que el impuesto mundial sobre el patrimonio. Que, además, introducirá más transparencia financiera, se sabrá el origen de cada elemento de capital.  (...)"             (   , El País, Barcelona ,  15 OCT 2014)

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